Puede que la voz de Emma Watson tiemble, pero su mensaje es fuerte y claro
Emma
Watson ha crecido de esa pequeña niña que interpretaba a Hermione en Harry
Potter para transformase en una gran mujer, en esta ocasión fue ovacionada en
la sede central de la ONU en Nueva York tras pronunciar un discurso en favor de
la igualdad de derechos entre los hombres y las mujeres en el marco de la
campaña HeForShe (“Ellos por ellas”).
Discurso
de Emma Watson:
“Fui
nombrada embajadora de buena voluntad de la ONU hace seis meses y he descubierto
que mientras más hablo del feminismo, más caigo en cuenta de que luchar por los
derechos de las mujeres es para muchos sinónimo de odiar a los hombres. Y si de
algo estoy segura es de que esto tiene que terminar. Para el registro,
feminismo, por definición, es creer que tanto hombres como mujeres deben tener
iguales derechos y oportunidades. Es la teoría política, económica y social de
la igualdad de sexos.
Me
empecé a cuestionar sobre la igualdad entre los géneros hace mucho tiempo. A
los ocho años, por ejemplo, me preguntaba por qué me llamaban mandona por
querer dirigir una obra para nuestros padres cuando a los chicos no les decían
lo mismo. A los 14, (cuando ya trabajaba en el cine), comencé a ser sexualizada
por ciertos grupos de la prensa. A los 15, mis amigas rechazaban unirse a
equipos deportivos para no parecer masculinas. A los 18, mis amigos varones
eran incapaces de manifestar sus sentimientos. Entonces decidí que era
feminista.
Esto
no parecía complicado para mí, pero mis investigaciones recientes me han
demostrado que feminismo se ha vuelto una palabra poco popular. Las mujeres han
decidido no identificarse como feministas por que, aparentemente, ante los ojos
de otros, esta expresión las hace ver agresivas, anti- hombres y hasta poco
atractiva. ¿Por qué se ha convertido en una palabra incómoda?
Yo
nací en el Reino Unido y creo que es justo que me paguen lo mismo que a mis
compañeros varones. Creo que es lo debido que yo pueda tomar decisiones sobre
mi propio cuerpo y que las mujeres sean parte de las políticas y decisiones que
afectarán a mi vida. Creo que, socialmente, merezco el mismo respeto que un
hombre. Pero, lamentablemente, puedo decir que no existe un solo país en el
mundo en el que todas las mujeres puedan ver estos derechos cristalizados.
Ningún país en el mundo puede decir que ha alcanzado por completo la igualdad
de género. Estos derechos, que yo considero derechos humanos, no son para
todas… soy una de las pocas afortunadas.
Me
considero privilegia porque mis padres no me quisieron menos por haber nacido
mujer y porque en mi escuela no me limitaron por serlo. Mis mentores (en la
actuación) no asumieron que yo llegaría menos lejos por la posibilidad de que
en algún momento me convierta en madre. Y estas son las influencias que me han
hecho la persona que soy hoy. Ellos pueden no saberlo pero ellos son los
embajadores de igualdad que están cambiando el mundo. Necesitamos más como
ellos. Y si todavía odias la palabra feminismo, te diré que no es la palabra lo
importante. Es la idea y la ambición que hay detrás, porque no todas las
mujeres tienen los mismos derechos que yo tengo hoy. En realidad,
estadísticamente, muy pocas los tienen.
En
1997, Hillary Clinton dio un famoso discurso en Beijing sobre los derechos de
las mujeres.
Lamentablemente, aquellas cosas que ella deseaba cambiar en esa
época son hoy todavía una realidad. Menos del 30% de los que le oían eran
varones. ¿Cómo podemos esperar un cambio cuando la mitad de ellos está invitado
a participar de la conversación?
Hombres,
me gustaría tomar esta oportunidad para hacerles llegar una invitación formal.
La igualdad de género también es tu problema. Hasta la fecha, veo como el rol
de mi padre es valorado menos por la sociedad pese a que ha sido igual de
importante en mi vida que mi madre. También he visto a hombres aguantando el
dolor de una enfermedad mental por miedo a pedir ayuda porque eso los hará ver
menos masculinos. De hecho, el suicidio en el Reino Unido es lo que más hombres
mata. Los he visto asustados de lo que se les indica que es el éxito para un
varón porque los hombres tampoco tienen los beneficios de la igualdad.
No
hablamos sobre hombres encarcelados por los estereotipos de su género, pero
allí están. Si al hombre no se le hace creer que tiene que ser agresivo, la mujer
no será sumisa. Si al hombre no se le enseña que tiene que ser controlador, la
mujer no será controlada. Ambos. Hombres y mujeres deben sentirse libres de ser
fuertes. Es hora de que veamos a los géneros como un conjunto en vez de como un
juego de polos opuestos. Debemos parar de desafiarnos los unos a los otros.
Ambos podemos ser más libres y de esto es de lo que se trata la campaña: de
libertad.
Quiero
que los hombres se comprometan para que así sus hijas, hermanas y madres se
liberen del prejuicio y también para que sus hijos se sientan con permiso de
ser vulnerables, humanos y una versión más honesta y completa de ellos mismos.
Ustedes
deben pensar: ¿Quién es esta chica de “Harry Potter” y qué hace aquí en la ONU?
Pues es una muy buena pregunta, yo también me la he estado haciendo. Pero todo
lo que sé ahora es que, realmente, me interesa este problema y quiero ayudar a
que las cosas mejoren. Habiendo visto lo que he visto y teniendo la oportunidad
de hacer algo para cambiarlo, es mi responsabilidad decir algo.
Edmund
Burke decía que todo lo que se necesita para que triunfe el mal es que los
hombres buenos y las mujeres buenas no hagan nada.
En
mi nerviosismo por este discurso… en mis momentos de duda me digo firmemente:
“Si no soy yo, ¿quién? Si no es hoy, ¿cuándo? Si tienes dudas cuando se te
presenta una oportunidad, espero que estas palabras te sean útiles. Porque la
realidad es que si no hacemos nada hoy, van a tener que pasar 75 años o quizás
100 para que una mujer pueda esperar recibir el mismo salario que un hombre por
el mismo trabajo. Más de 15 millones de niñas serán forzadas a casarse en los
próximos 16 años y, al mismo ritmo, no será hasta el 2086 que las mujeres de
las áreas rurales de África puedan ir a la escuela secundaria.
Si
crees en la igualdad, debes ser uno de esos feministas de las que hable poco
antes y por eso yo te aplaudo. Para hacer el cambio necesitamos estar unidos y
las buenas noticias son que ahora tenemos una organización unida. Te invito a
que te dejes ver y que te preguntes: Si no soy yo, ¿quién? Si no es hoy, ¿cuándo? Muchas gracias”.