Para quienes ven más allá de la forma no existe contradicción entre la ciencia y la fe. Hoy, cada vez que la ciencia descubre más cosas del Universo, ya sea cósmico o microscópico, la idea de una mega inteligencia se hace cada vez más tangible.
"Dios es Vida, y la vida es el Universo"
ENTREVISTA ESPECIAL - Declaración del Papa reanuda polémica sobre la Teoría del Big Bang
Por Cristina Fontenele
Fuente Adital
Recientemente el Papa Francisco hizo declaraciones que reavivaron la polémica en torno de las discusiones sobre la Teoría del Big Bang como posibilidad real para explicar el origen del universo. En declaración a la Academia de Ciencias del Vaticano, el Papa dijo que "cuando leemos en relación con la Creación en el Génesis, corremos el riesgo de imaginar que Dios era un mago con varita mágica, capaz de hacer todo. Pero eso no es así”. Para el Sumo Pontífice, la creación no es obra del caos, sino que deriva de un principio supremo que crea por amor. "El Big Bang no contradice la intervención creadora, pero la exige", dijo.
La declaración trajo a la superficie una vieja riña entre los adeptos de la explicación científica y los defensores de la explicación divina y sobrenatural para el surgimiento del mundo. ¿Quién tiene la razón? En entrevista especial con Adital, la profesora del curso de Ciencia de la Religión de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, Lidice Meyer, que estuvo recientemente en el Vaticano, conversó sobre la postura de la Iglesia en los últimos tiempos sobre este asunto y lo que representa la declaración del Papa.
¿Cuál sería el punto realmente desafiante en esta discusión entre la fe de la Iglesia Romana y la teoría del Big Bang?
No hay novedades en la declaración de Francisco. La Iglesia Católica, hace décadas, viene mostrándose abierta al diálogo con la ciencia. El propio científico que fotografió la imagen del Big Bang declaró que estaba "mirando la cara de Dios”. Luego, afirmar la posibilidad de creer en el Big Bang y en el origen divino del Universo al mismo tiempo no es una contradicción. La Iglesia se ha mostrado abierta al diálogo con la ciencia, sometiendo inclusive hasta sus más valiosos tesoros, como el del santo sudario, al examen de los científicos.
¿Qué sería el "Evolucionismo Teísta" dentro de esta discusión?
El Evolucionismo Teísta afirma que Dios dio origen al proceso evolutivo, creando los primeros organismos vivos y orientando el mismo hasta el momento del surgimiento de los seres humanos. Esta hipótesis afirma que en algunos momentos la evolución podría haberse dado aleatoriamente, como propuso Darwin [Charles Darwin, creador de la teoría de la selección natural en la evolución de las especies].
Esta hipótesis es defendida por algunos líderes cristianos, principalmente dentro del catolicismo, y se trata de un intento de conciliar la ciencia con la fe.
La antropóloga Lidice Meyer afirma que la Iglesia ha mostrado abierto a al diálogo con la ciencia.
¿Cómo analiza usted la Teoría del Diseño Inteligente (TDI), según la cual una Inteligencia Suprema creó directamente la complejidad de la célula humana?
La hipótesis del Diseño Inteligente surgió en Estados Unidos como una respuesta a la prohibición de que se enseñe el creacionismo en las escuelas, por no tratarse de una cuestión científica. El Diseño Inteligente propone la orientación y el control total de Dios durante todas las fases del surgimiento y organización de la vida en la Tierra. Se basa en la alta complejidad encontrada en el mundo desde una célula hasta el cosmos, lo que sugeriría que todo el Universo ha sido planeado en forma inteligente por un Creador. Por ser una hipótesis reciente, utiliza en sus criterios investigaciones bioquímicas, genéticas y astrofísicas, pudiendo ser considerada una hipótesis científica.
El tema ya fue abordado anteriormente por otros Papas en otros momentos históricos. ¿Cuál sería la importancia y la diferencia del Papa Francisco al colocar esta cuestión en el contexto actual?
La Iglesia Católica a través de diversos Papas ha admitido la posibilidad de la teoría evolucionista, desde el comienzo del proceso evolutivo, que haya tenido origen partiendo de Dios. El Papa Pío XII, al declarar en 1950 en la encíclica HumaniGeneris que el proceso de evolución podría ser "un abordaje válido del desarrollo humano”, levantó la hipótesis de un desarrollo evolutivo controlado por Dios. Pío XII, sin embargo, condenó el poligenismo, admitiendo el origen de la especie humana a partir de un ancestro único (monogenismo).
En 1996, Juan Pablo II también admitió esa posibilidad y afirmó que la evolución era un hecho científicamente comprobado y no otra hipótesis. Y, en 2007, Benedicto XVI afirmó que el debate entre creacionismo y evolucionismo "es un absurdo”, destacando que la teoría de la evolución puede perfectamente coexistir con la fe.
De esta manera, las declaraciones de Francisco no son inéditas, sin embargo, como el alcance de sus declaraciones ha sido mucho mayor que el de sus antecesores, debido a su carácter más accesible y popular, causaron una mayor reacción, en especial en los medios de comunicación.
Para muchos, hasta hoy la Iglesia estaría en contra del desarrollo de la ciencia, e inclusive del acercamiento de la ciencia a la fe. La historia de la inquisición de Galileo Galilei también es más conocida que las afirmaciones de Pío XII, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Por lo que, la declaración de Francisco tiene el valor de mostrar una realidad ya existente pero desconocida para la mayoría.
La iglesia podría estar adaptándose a los descubrimientos científicos en diversos campos.
¿Cómo evalúa usted el cambio de postura de la Iglesia en los últimos tiempos, más abierta al diálogo con otros tipos de conocimientos?
La Iglesia se ha desarrollado a través de los tiempos, mostrando que no es posible que permanezca encerrada en sus dogmas y tradiciones, sino adaptándose a los descubrimientos científicos en diversos campos. La arqueología y la antropología, por ejemplo, han traído a la superficie fuertes cuestionamientos a muchas tradiciones de la iglesia, que a su vez han sido revisadas. Lo mismo ha ocurrido con los descubrimientos realizados por la genética, la bioquímica, la física y las demás ciencias. Esta postura de apertura al diálogo revela una faceta de la Iglesia Católica que es su tendencia a la reestructuración para evitar divisiones.
¿Esa discusión también sería una manera de que la Iglesia se acerque a sus fieles? ¿Es una postura necesaria?
Esta discusión es parte de todo un proceso de reacercamiento de la iglesia a los fieles alejados, principalmente el público más joven y más crítico. Fundamentalmente, debido al vaciamiento de las iglesias en Europa, ésta es una postura adecuada y necesaria.
¿Podemos esperar alguna transformación en la relación entre la Iglesia y la sociedad a partir de la figura del Papa Francisco?
Sí. Esta transformación ya viene ocurriendo desde el primer mes de su papado. La Jornada Mundial de la Juventud en Brasil fue una gran muestra de cómo esta relación ya se modificó.
¿Cómo está el diálogo del conocimiento religioso con el conocimiento científico dentro de las Universidades?
El diálogo entre ciencia y fe en la comunidad académica aún es muy bajo. Aunque algunos científicos de renombre defiendan sus posturas religiosas abiertamente, en la gran mayoría de las universidades brasileras este diálogo es presentado como imposible. Los estudiantes y profesores que procuran estimular y defender la posibilidad de la coexistencia pacífica de los dos campos, fe y ciencia son, la mayoría de las veces, ridiculizados, sufriendo muchas veces una persecución ideológica.
El diálogo entre la fe y la ciencia tiene que evolucionar. A menudo hay una persecución ideológica.
¿Que otro punto importante destaca en este debate?
Dejaría la frase de Benedicto XVI: "Ante la belleza del mundo, su misterio, su grandeza y racionalidad... sólo podemos dejarnos ser guiados hacia Dios, el creador del cielo y de la tierra". No hay como estudiar la vida en la tierra sin dejar de admirarnos con su perfección y complejidad, y sin intuir la existencia de un Creador.
*Lidice Meyer es profesora del curso de Ciencia de la Religión del Mackenzie, tiene Pos Doctorado en Antropología e Historia por la Universidad de San Pablo (2014) y doctorado en Ciencias Sociales (Antropología Social) por la Universidad de San Pablo (2005). Tiene experiencia en las siguientes áreas: antropología cultural, antropología de la religión, antropología bíblica, antropología para la psicología, antropología de la nutrición, ética y ciudadanía, ciencias de la religión, magia y religión
Fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=83884
