LAS AMAN ZONTKS

Las amazonas fueron míticas mujeres que conformaron sociedades matriarcales durante periodos prolongados en distintas partes del mundo. Hoy, "amazonas" son aquellas mujeres que luchan por la igualdad de derechos y por una mejor sociedad.

lunes, 9 de diciembre de 2013

El Papa FRANCISCO y el mundo actual

Hoy vivimos en un mundo que cada día que pasa se hace más complejo. Esta complejidad en la sociedad ocasiona dos cosas: 1) La emergencia de individuos que viven la vida sin preguntarse ni por qué, ni para qué, ni hacia donde. Su vida está supeditada a una sociedad de consumo que cada vez los embrutece más. Rodeado de cientos de espejismos que rigen su vida, los sujetos en un ambiente consumista,  apenas viven para gastar, e enriquecer (sin saberlo o sabiendo) a unos cuentos “mojigatos”; 2) El surgimiento de individuos y grupos que tienen una capacidad de toma de conciencia que les permite contrastar y comparar el suprasistema detrás de los sistemas. Su vida se traduce en pensamientos, sentimientos y acciones de transformación social y económica para una mejor humanidad. Aprovechan del “estiércol” (p.e. “Hipercapitalismo”, “capitalismo”, “comunismo”, etc.) que es el abono para una nueva sociedad que surge, y siembran las semillas de la sabiduría, el amor y buena voluntad dentro de las aspiraciones espirituales de una nueva humanidad. Por esto, los planteamientos del Papa Francisco reflejan una inmensa preocupación por lo que sucede en el mundo actual, pero al mismo tiempo, proyectan una fe inmensa para la ejecución de acciones de cambio. He aquí una parte de la exhortación apostólica y la postura del Papa sobre el mundo actual:         




EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS OBISPOS A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS A LAS PERSONAS CONSAGRADAS Y A LOS FIELES LAICOS SOBRE EL ANUNCIO DEL EVANGELIO EN EL MUNDO ACTUAL


" I. Algunos desafíos del mundo actual

52. La humanidad vive en este momento un giro histórico, que podemos ver en los adelantos que se producen en diversos campos. Son de alabar los avances que contribuyen al bienestar de la gente, como, por ejemplo, en el ámbito de la salud, de la educación y de la comunicación. Sin embargo, no podemos olvidar que la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo vive precariamente el día a día, con consecuencias funestas. Algunas patologías van en aumento. El miedo y la desesperación se apoderan del corazón de numerosas personas, incluso en los llamados países ricos. La alegría de vivir frecuentemente se apaga, la falta de respeto y la violencia crecen, la inequidad es cada vez más patente. Hay que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con poca dignidad. Este cambio de época se ha generado por los enormes saltos cualitativos, cuantitativos, acelerados y acumulativos que se dan en el desarrollo científico, en las innovaciones tecnológicas y en sus veloces aplicaciones en distintos campos de la naturaleza y de la vida. Estamos en la era del conocimiento y la información, fuente de nuevas formas de un poder muchas veces anónimo.
No a una economía de la exclusión
53. Así como el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclusión y la inequidad». Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del «descarte» que, además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está fuera. Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes».
54. En este contexto, algunos todavía defienden las teorías del «derrame», que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando. Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia. Casi sin advertirlo, nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe. La cultura del bienestar nos anestesia y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado, mientras todas esas vidas truncadas por falta de posibilidades nos parecen un mero espectáculo que de ninguna manera nos altera.
No a la nueva idolatría del dinero
55. Una de las causas de esta situación se encuentra en la relación que hemos establecido con el dinero, ya que aceptamos pacíficamente su predominio sobre nosotros y nuestras sociedades. La crisis financiera que atravesamos nos hace olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica: ¡la negación de la primacía del ser humano! Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro (cf. Ex 32,1-35) ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano. La crisis mundial que afecta a las finanzas y a la economía pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo.
56. Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas. Además, la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real. A todo ello se añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales. El afán de poder y de tener no conoce límites. En este sistema, que tiende a fagocitarlo todo en orden a acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta.
No a un dinero que gobierna en lugar de servir
57. Tras esta actitud se esconde el rechazo de la ética y el rechazo de Dios. La ética suele ser mirada con cierto desprecio burlón. Se considera contraproducente, demasiado humana, porque relativiza el dinero y el poder. Se la siente como una amenaza, pues condena la manipulación y la degradación de la persona. En definitiva, la ética lleva a un Dios que espera una respuesta comprometida que está fuera de las categorías del mercado. Para éstas, si son absolutizadas, Dios es incontrolable, inmanejable, incluso peligroso, por llamar al ser humano a su plena realización y a la independencia de cualquier tipo de esclavitud. La ética –una ética no ideologizada– permite crear un equilibrio y un orden social más humano. En este sentido, animo a los expertos financieros y a los gobernantes de los países a considerar las palabras de un sabio de la antigüedad: «No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos».[55]
58. Una reforma financiera que no ignore la ética requeriría un cambio de actitud enérgico por parte de los dirigentes políticos, a quienes exhorto a afrontar este reto con determinación y visión de futuro, sin ignorar, por supuesto, la especificidad de cada contexto. ¡El dinero debe servir y no gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos. Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano.
No a la inequidad que genera violencia
59. Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia. Se acusa de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres pero, sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión. Cuando la sociedad –local, nacional o mundial– abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Esto no sucede solamente porque la inequidad provoca la reacción violenta de los excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto en su raíz. Así como el bien tiende a comunicarse, el mal consentido, que es la injusticia, tiende a expandir su potencia dañina y a socavar silenciosamente las bases de cualquier sistema político y social por más sólido que parezca. Si cada acción tiene consecuencias, un mal enquistado en las estructuras de una sociedad tiene siempre un potencial de disolución y de muerte. Es el mal cristalizado en estructuras sociales injustas, a partir del cual no puede esperarse un futuro mejor. Estamos lejos del llamado «fin de la historia», ya que las condiciones de un desarrollo sostenible y en paz todavía no están adecuadamente planteadas y realizadas.
60. Los mecanismos de la economía actual promueven una exacerbación del consumo, pero resulta que el consumismo desenfrenado unido a la inequidad es doblemente dañino del tejido social. Así la inequidad genera tarde o temprano una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás. Sólo sirven para pretender engañar a los que reclaman mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas y la represión violenta, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos. Algunos simplemente se regodean culpando a los pobres y a los países pobres de sus propios males, con indebidas generalizaciones, y pretenden encontrar la solución en una «educación» que los tranquilice y los convierta en seres domesticados e inofensivos. Esto se vuelve todavía más irritante si los excluidos ven crecer ese cáncer social que es la corrupción profundamente arraigada en muchos países –en sus gobiernos, empresarios e instituciones– cualquiera que sea la ideología política de los gobernantes.
Algunos desafíos culturales
61. Evangelizamos también cuando tratamos de afrontar los diversos desafíos que puedan presentarse.[56] A veces éstos se manifiestan en verdaderos ataques a la libertad religiosa o en nuevas situaciones de persecución a los cristianos, las cuales en algunos países han alcanzado niveles alarmantes de odio y violencia. En muchos lugares se trata más bien de una difusa indiferencia relativista, relacionada con el desencanto y la crisis de las ideologías que se provocó como reacción contra todo lo que parezca totalitario. Esto no perjudica sólo a la Iglesia, sino a la vida social en general. Reconozcamos que una cultura, en la cual cada uno quiere ser el portador de una propia verdad subjetiva, vuelve difícil que los ciudadanos deseen integrar un proyecto común más allá de los beneficios y deseos personales.
62. En la cultura predominante, el primer lugar está ocupado por lo exterior, lo inmediato, lo visible, lo rápido, lo superficial, lo provisorio. Lo real cede el lugar a la apariencia. En muchos países, la globalización ha significado un acelerado deterioro de las raíces culturales con la invasión de tendencias pertenecientes a otras culturas, económicamente desarrolladas pero éticamente debilitadas. Así lo han manifestado en distintos Sínodos los Obispos de varios continentes. Los Obispos africanos, por ejemplo, retomando la Encíclica Sollicitudo rei socialis, señalaron años atrás que muchas veces se quiere convertir a los países de África en simples «piezas de un mecanismo y de un engranaje gigantesco. Esto sucede a menudo en el campo de los medios de comunicación social, los cuales, al estar dirigidos mayormente por centros de la parte Norte del mundo, no siempre tienen en la debida consideración las prioridades y los problemas propios de estos países, ni respetan su fisonomía cultural».[57] Igualmente, los Obispos de Asia «subrayaron los influjos que desde el exterior se ejercen sobre las culturas asiáticas. Están apareciendo nuevas formas de conducta, que son resultado de una excesiva exposición a los medios de comunicación social […] Eso tiene como consecuencia que los aspectos negativos de las industrias de los medios de comunicación y de entretenimiento ponen en peligro los valores tradicionales».[58]
63. La fe católica de muchos pueblos se enfrenta hoy con el desafío de la proliferación de nuevos movimientos religiosos, algunos tendientes al fundamentalismo y otros que parecen proponer una espiritualidad sin Dios. Esto es, por una parte, el resultado de una reacción humana frente a la sociedad materialista, consumista e individualista y, por otra parte, un aprovechamiento de las carencias de la población que vive en las periferias y zonas empobrecidas, que sobrevive en medio de grandes dolores humanos y busca soluciones inmediatas para sus necesidades. Estos movimientos religiosos, que se caracterizan por su sutil penetración, vienen a llenar, dentro del individualismo imperante, un vacío dejado por el racionalismo secularista. Además, es necesario que reconozcamos que, si parte de nuestro pueblo bautizado no experimenta su pertenencia a la Iglesia, se debe también a la existencia de unas estructuras y a un clima poco acogedores en algunas de nuestras parroquias y comunidades, o a una actitud burocrática para dar respuesta a los problemas, simples o complejos, de la vida de nuestros pueblos. En muchas partes hay un predominio de lo administrativo sobre lo pastoral, así como una sacramentalización sin otras formas de evangelización. 
64. El proceso de secularización tiende a reducir la fe y la Iglesia al ámbito de lo privado y de lo íntimo. Además, al negar toda trascendencia, ha producido una creciente deformación ética, un debilitamiento del sentido del pecado personal y social y un progresivo aumento del relativismo, que ocasionan una desorientación generalizada, especialmente en la etapa de la adolescencia y la juventud, tan vulnerable a los cambios. Como bien indican los Obispos de Estados Unidos de América, mientras la Iglesia insiste en la existencia de normas morales objetivas, válidas para todos, «hay quienes presentan esta enseñanza como injusta, esto es, como opuesta a los derechos humanos básicos. Tales alegatos suelen provenir de una forma de relativismo moral que está unida, no sin inconsistencia, a una creencia en los derechos absolutos de los individuos. En este punto de vista se percibe a la Iglesia como si promoviera un prejuicio particular y como si interfiriera con la libertad individual».[59] Vivimos en una sociedad de la información que nos satura indiscriminadamente de datos, todos en el mismo nivel, y termina llevándonos a una tremenda superficialidad a la hora de plantear las cuestiones morales. Por consiguiente, se vuelve necesaria una educación que enseñe a pensar críticamente y que ofrezca un camino de maduración en valores.
65. A pesar de toda la corriente secularista que invade las sociedades, en muchos países -aun donde el cristianismo es minoría- la Iglesia católica es una institución creíble ante la opinión pública, confiable en lo que respecta al ámbito de la solidaridad y de la preocupación por los más carenciados. En repetidas ocasiones ha servido de mediadora en favor de la solución de problemas que afectan a la paz, la concordia, la tierra, la defensa de la vida, los derechos humanos y ciudadanos, etc. ¡Y cuánto aportan las escuelas y universidades católicas en todo el mundo! Es muy bueno que así sea. Pero nos cuesta mostrar que, cuando planteamos otras cuestiones que despiertan menor aceptación pública, lo hacemos por fidelidad a las mismas convicciones sobre la dignidad humana y el bien común.
66. La familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno. Pero el aporte indispensable del matrimonio a la sociedad supera el nivel de la emotividad y el de las necesidades circunstanciales de la pareja. Como enseñan los Obispos franceses, no procede «del sentimiento amoroso, efímero por definición, sino de la profundidad del compromiso asumido por los esposos que aceptan entrar en una unión de vida total».[60]
67. El individualismo posmoderno y globalizado favorece un estilo de vida que debilita el desarrollo y la estabilidad de los vínculos entre las personas, y que desnaturaliza los vínculos familiares. La acción pastoral debe mostrar mejor todavía que la relación con nuestro Padre exige y alienta una comunión que sane, promueva y afiance los vínculos interpersonales. Mientras en el mundo, especialmente en algunos países, reaparecen diversas formas de guerras y enfrentamientos, los cristianos insistimos en nuestra propuesta de reconocer al otro, de sanar las heridas, de construir puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos «mutuamente a llevar las cargas» (Ga 6,2). Por otra parte, hoy surgen muchas formas de asociación para la defensa de derechos y para la consecución de nobles objetivos. Así se manifiesta una sed de participación de numerosos ciudadanos que quieren ser constructores del desarrollo social y cultural.
Desafíos de la inculturación de la fe
68. El substrato cristiano de algunos pueblos –sobre todo occidentales– es una realidad viva. Allí encontramos, especialmente en los más necesitados, una reserva moral que guarda valores de auténtico humanismo cristiano. Una mirada de fe sobre la realidad no puede dejar de reconocer lo que siembra el Espíritu Santo. Sería desconfiar de su acción libre y generosa pensar que no hay auténticos valores cristianos donde una gran parte de la población ha recibido el Bautismo y expresa su fe y su solidaridad fraterna de múltiples maneras. Allí hay que reconocer mucho más que unas «semillas del Verbo», ya que se trata de una auténtica fe católica con modos propios de expresión y de pertenencia a la Iglesia. No conviene ignorar la tremenda importancia que tiene una cultura marcada por la fe, porque esa cultura evangelizada, más allá de sus límites, tiene muchos más recursos que una mera suma de creyentes frente a los embates del secularismo actual. Una cultura popular evangelizada contiene valores de fe y de solidaridad que pueden provocar el desarrollo de una sociedad más justa y creyente, y posee una sabiduría peculiar que hay que saber reconocer con una mirada agradecida.
69. Es imperiosa la necesidad de evangelizar las culturas para inculturar el Evangelio. En los países de tradición católica se tratará de acompañar, cuidar y fortalecer la riqueza que ya existe, y en los países de otras tradiciones religiosas o profundamente secularizados se tratará de procurar nuevos procesos de evangelización de la cultura, aunque supongan proyectos a muy largo plazo. No podemos, sin embargo, desconocer que siempre hay un llamado al crecimiento. Toda cultura y todo grupo social necesitan purificación y maduración. En el caso de las culturas populares de pueblos católicos, podemos reconocer algunas debilidades que todavía deben ser sanadas por el Evangelio: el machismo, el alcoholismo, la violencia doméstica, una escasa participación en la Eucaristía, creencias fatalistas o supersticiosas que hacen recurrir a la brujería, etc. Pero es precisamente la piedad popular el mejor punto de partida para sanarlas y liberarlas.
70. También es cierto que a veces el acento, más que en el impulso de la piedad cristiana, se coloca en formas exteriores de tradiciones de ciertos grupos, o en supuestas revelaciones privadas que se absolutizan. Hay cierto cristianismo de devociones, propio de una vivencia individual y sentimental de la fe, que en realidad no responde a una auténtica «piedad popular». Algunos promueven estas expresiones sin preocuparse por la promoción social y la formación de los fieles, y en ciertos casos lo hacen para obtener beneficios económicos o algún poder sobre los demás. Tampoco podemos ignorar que en las últimas décadas se ha producido una ruptura en la transmisión generacional de la fe cristiana en el pueblo católico. Es innegable que muchos se sienten desencantados y dejan de identificarse con la tradición católica, que son más los padres que no bautizan a sus hijos y no les enseñan a rezar, y que hay un cierto éxodo hacia otras comunidades de fe. Algunas causas de esta ruptura son: la falta de espacios de diálogo familiar, la influencia de los medios de comunicación, el subjetivismo relativista, el consumismo desenfrenado que alienta el mercado, la falta de acompañamiento pastoral a los más pobres, la ausencia de una acogida cordial en nuestras instituciones, y nuestra dificultad para recrear la adhesión mística de la fe en un escenario religioso plural.
Desafíos de las culturas urbanas
71. La nueva Jerusalén, la Ciudad santa (cf. Ap 21,2-4), es el destino hacia donde peregrina toda la humanidad. Es llamativo que la revelación nos diga que la plenitud de la humanidad y de la historia se realiza en una ciudad. Necesitamos reconocer la ciudad desde una mirada contemplativa, esto es, una mirada de fe que descubra al Dios que habita en sus hogares, en sus calles, en sus plazas. La presencia de Dios acompaña las búsquedas sinceras que personas y grupos realizan para encontrar apoyo y sentido a sus vidas. Él vive entre los ciudadanos promoviendo la solidaridad, la fraternidad, el deseo de bien, de verdad, de justicia. Esa presencia no debe ser fabricada sino descubierta, develada. Dios no se oculta a aquellos que lo buscan con un corazón sincero, aunque lo hagan a tientas, de manera imprecisa y difusa.
72. En la ciudad, lo religioso está mediado por diferentes estilos de vida, por costumbres asociadas a un sentido de lo temporal, de lo territorial y de las relaciones, que difiere del estilo de los habitantes rurales. En sus vidas cotidianas los ciudadanos muchas veces luchan por sobrevivir, y en esas luchas se esconde un sentido profundo de la existencia que suele entrañar también un hondo sentido religioso. Necesitamos contemplarlo para lograr un diálogo como el que el Señor desarrolló con la samaritana, junto al pozo, donde ella buscaba saciar su sed (cf. Jn 4,7-26).
73. Nuevas culturas continúan gestándose en estas enormes geografías humanas en las que el cristiano ya no suele ser promotor o generador de sentido, sino que recibe de ellas otros lenguajes, símbolos, mensajes y paradigmas que ofrecen nuevas orientaciones de vida, frecuentemente en contraste con el Evangelio de Jesús. Una cultura inédita late y se elabora en la ciudad. El Sínodo ha constatado que hoy las transformaciones de esas grandes áreas y la cultura que expresan son un lugar privilegiado de la nueva evangelización.[61] Esto requiere imaginar espacios de oración y de comunión con características novedosas, más atractivas y significativas para los habitantes urbanos. Los ambientes rurales, por la influencia de los medios de comunicación de masas, no están ajenos a estas transformaciones culturales que también operan cambios significativos en sus modos de vida.
74. Se impone una evangelización que ilumine los nuevos modos de relación con Dios, con los otros y con el espacio, y que suscite los valores fundamentales. Es necesario llegar allí donde se gestan los nuevos relatos y paradigmas, alcanzar con la Palabra de Jesús los núcleos más profundos del alma de las ciudades. No hay que olvidar que la ciudad es un ámbito multicultural. En las grandes urbes puede observarse un entramado en el que grupos de personas comparten las mismas formas de soñar la vida y similares imaginarios y se constituyen en nuevos sectores humanos, en territorios culturales, en ciudades invisibles. Variadas formas culturales conviven de hecho, pero ejercen muchas veces prácticas de segregación y de violencia. La Iglesia está llamada a ser servidora de un difícil diálogo. Por otra parte, aunque hay ciudadanos que consiguen los medios adecuados para el desarrollo de la vida personal y familiar, son muchísimos los «no ciudadanos», los «ciudadanos a medias» o los «sobrantes urbanos». La ciudad produce una suerte de permanente ambivalencia, porque, al mismo tiempo que ofrece a sus ciudadanos infinitas posibilidades, también aparecen numerosas dificultades para el pleno desarrollo de la vida de muchos. Esta contradicción provoca sufrimientos lacerantes. En muchos lugares del mundo, las ciudades son escenarios de protestas masivas donde miles de habitantes reclaman libertad, participación, justicia y diversas reivindicaciones que, si no son adecuadamente interpretadas, no podrán acallarse por la fuerza.
75. No podemos ignorar que en las ciudades fácilmente se desarrollan el tráfico de drogas y de personas, el abuso y la explotación de menores, el abandono de ancianos y enfermos, varias formas de corrupción y de crimen. Al mismo tiempo, lo que podría ser un precioso espacio de encuentro y solidaridad, frecuentemente se convierte en el lugar de la huida y de la desconfianza mutua. Las casas y los barrios se construyen más para aislar y proteger que para conectar e integrar. La proclamación del Evangelio será una base para restaurar la dignidad de la vida humana en esos contextos, porque Jesús quiere derramar en las ciudades vida en abundancia (cf. Jn 10,10). El sentido unitario y completo de la vida humana que propone el Evangelio es el mejor remedio para los males urbanos, aunque debamos advertir que un programa y un estilo uniforme e inflexible de evangelización no son aptos para esta realidad. Pero vivir a fondo lo humano e introducirse en el corazón de los desafíos como fermento testimonial, en cualquier cultura, en cualquier ciudad, mejora al cristiano y fecunda la ciudad."

Fuente: http://www.vatican.va/holy_father/francesco/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium_sp.html

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miércoles, 27 de noviembre de 2013

EL CAPITALISMO, PARA BIEN O PARA MAL


Iván Prado Sejas

Seguramente, hay personas que piensan que para criticar al capitalismo es necesario ser economista o profesional afín. Si el capitalismo fuera como la ingeniería nuclear o la astrofísica, seguramente su análisis correspondería a profesionales o investigadores de las citadas áreas, pero sobre el capitalismo puede opinar desde un científico social hasta un paisano que vive bajo la influencia de este sistema.

No podemos negar que el capitalismo, ha dado al hombre la posibilidad de un gran desarrollo en muchas áreas del conocimiento. Ha posibilitado que el hombre avance de la "carreta" al "avión supersónico" y el hombre se mueve en una sociedad jamás soñada hace dos siglos por el hombre común. Solamente algunos escritores de ciencia ficción, como Edgar Allan Poe y Julio Verne vislumbraron algunos aspectos de la sociedad actual.

Hoy estamos en el siglo XXI y el Capitalismo ha tomado dos vertientes: La del Hipercapitalismo (“capitalismo salvaje”), usado por varias potencias mundiales y su séquito de países dependientes, con gobiernos afines, y el Capitalismo con Tendencia Social utilizado por gobiernos progresistas de muchos países del orbe.

El Hipercapitalismo es el suprasistema donde surge una nueva economía que favorece a pocos, los megamillonarios, quienes buscan hacer más fortuna sin importar la dignidad humana, ni el equilibrio ecológico. Estos megamillonarios, que no pasan de los mil sujetos, o tal vez menos o un poco más, no importa, se ocupan de hacer crecer sus empresas en todo el orbe usando todos los medios a su alcance. Hacen creer que están implementando el Capitalismo para beneficio del individuo y del desarrollo de los países. Sin embargo, en un mercado globalizado, a través de sus empresas, intentan obtener las mayores ganancias posibles, sin importar si eso genera un aumento en la pobreza, en la inseguridad ciudadana, en la contaminación ambiental, o en otro tipo de calamidad.

El Capitalismo con tendencia social (está frase seguramente es una herejía para algunos sociólogos) viene siendo aplicado, paradójicamente, en los países con gobiernos progresistas. Ante el fracaso de las doctrinas del comunismo o socialismo materialistas, los gobernantes de izquierda, no han tenido otra opción que continuar usando el capitalismo, pero dándole un giro social, o sea que beneficie a las mayorías, o sea, al pueblo. Y por los frutos que vemos, esa postura de continuar usando el capitalismo y darle un giro social  está teniendo resultados positivos, a pesar de los falsos agoreros, que defienden al Capitalismo “puro” (y por detrás al Hipercapitalismo), asumiendo posturas de derecha o de ultraderecha, o muy a pesar de aquellos que defienden posiciones de ultraizquierda, o de la propia izquierda llamada de “infantil”.

Una sociedad espiritualista (desde cualquier enfoque espiritual) es totalmente incompatible con una sociedad capitalista. Debemos entender el Capitalismo como un sistema que tiene razón de uso en un periodo de evolución del hombre. La proyección hacia el futuro es: En cuanto el hombre se vaya aproximando a una madurez personal y espiritual, el capitalismo se va minimizando hasta desaparecer. En una sociedad espiritualista (de cuño budista, cristiano, mahometano, judío, hindú, etc.) los bienes que la Tierra nos otorga son de todos y para todos. La etapa infantil de la posesión del objeto desaparece y surge un hombre maduro que disfruta y comparte las riquezas de la Tierra y del Universo. Una sociedad capitalista, como la que vivimos, se centraliza en el desarrollo del individuo, defiende la propiedad privada, acumula riqueza y poder, desarrolla la tecnología y explota los recursos naturales. Cuando el equilibrio predomina, de pronto el capitalismo es útil, y se le puede dar también un giro social como lo hacen los gobiernos progresistas o de izquierda. Sin embargo, cuando predomina el desequilibrio, existe una sobrevaloración del individuo, sobre el grupo y la sociedad; la propiedad privada no tiene límites, y cualquier personaje puede tener lo que venga en gana, con tal de que tenga el dinero para pagarlo, aun yendo en detrimento de otros; se acumula poder y riqueza sin importar los medios y los efectos (p.e. La mayor parte de la riqueza del planeta la tienen pocas personas); se desarrolla tecnología no sólo para producir lo necesario para el hombre, sino también para producir lo superfluo (la basura con precio); se explota los recursos de la naturaleza sin importar si esos recursos no son renovables, sin considerar que se va aumentando la contaminación, sin tomar en cuenta la destrucción del hábitat de animales y humanos. Y para que no te quede la menor duda de que el capitalismo es un sistema incompatible con una sociedad espiritualista o comunitaria y que es simplemente un modelo para una cierta época (y no es eterno), es necesario que sepas que el “valor” fundamental bajo el cual se sustenta el capitalismo es: El acaparamiento.      

Siendo esta la realidad, es importante para la gente de la calle comprender que los sistemas socioeconómicos son para un tiempo, luego hay que cambiarlos y transformarlos, en la medida que el hombre crece y evoluciona. No debemos hacernos engañar con el dictado de que “si estás contra el capitalismo es porque eres comunista”; o, de “si estas contra el comunismo, entonces, tienes que apoyar al capitalismo”; o, “el único sistema que tiene validez es el capitalismo (o el comunismo)”.  En estas circunstancias, es necesario tomar conciencia de que el capitalismo es un sistema temporal, simplemente para una época. No es un sistema que tiene que durar por toda la eternidad, como quieren hacer creer de manera directa o sutil aquellos que son proclives al capitalismo o al hipercapitalismo.

El Capitalismo, mientras exista, puede ser usado para bien o para mal. En este contexto, el gobierno de Obama tendría que apoyar a todos los países que viene usando el Capitalismo con tendencia social, pero paradoxalmente, Obama, en su discurso dice apoyar a los gobiernos democráticos, y en la práctica continua con la línea tradicional de un gobierno de derecha, apoyando en el fondo la vigencia del Hipercapitalismo. Sabemos que las cosas no son fáciles en Estados Unidos, puesto que se tiene al frente a los republicanos, que asumen, en general, una postura ultraderechista, por lo tanto defienden acérrimamente al Hipercapitalismo (disfrazado de Capitalismo). En ese sentido, Obama, tendría que mostrar a su país que quienes están usando el capitalismo como tendría que usarse son los países con gobiernos progresistas, y habría que apoyar a esos países. Los gobiernos de derecha, apoyados por el gobierno de Obama o por cualquier otro del orbe capitalista, por mucho que tengan en su seno a gente “demócrata” y “honesta”, por las presiones del propio sistema salvaje, al final llegan a apoyar la vigencia del Hipercapitalismo, con todas las consecuencias funestas para los pueblos y para el propio planeta.

Los pueblos deben continuar apoyando a los gobiernos progresistas, porque estos, (con errores o sin errores, no son perfectos) están intentando gobernar con equilibrio, favoreciendo a las clases populares y manteniendo a raya a los grupos de poder. Fuera de elegir a gobernantes progresistas, se debe también exigir a estos que cumplan con sus planes. Se debe observar, evaluar, analizar, criticar las acciones de estos gobernantes, puesto que ellos se deben al pueblo que los eligió. Si no cumplen con sus ofertas, debemos criticarlos, de manera positiva o de forma dura, para que ellos no defrauden al pueblo.  La única forma de que el planeta siga adelante, es con gobiernos progresistas. Estos gobiernos, fuera de usar el Capitalismo con tendencia social, deberán buscar nuevos modelos socioeconómicos que respondan a las necesidades de las personas, y del propio planeta. No hay que temer a que ese nuevo modelo se llame socialismo democrático, socialismo comunitario, socialismo espiritualista, u otro, pero que responda a las necesidades de la humanidad en su conjunto. Y este nuevo modelo, si se desea que tenga éxito, tendrá que tomar en cuenta los valores espirituales que están inmersos en las principales doctrinas religiosas del mundo. Por esto se dice que “Aquel que Viene, no viene a instaurar un gobierno capitalista o comunista (en el sentido clásico), sino que viene a implementar el Plan Divino”, y para comprender este plan debemos despojarnos de ideas maniqueistas o de ideologías anquilosadas.


lunes, 4 de noviembre de 2013

DE IMPOSIBILIDADES POSIBLES, una antología del cuento maravilloso en Bolivia



Fuente: http://cffbolivia.blogspot.com/2013/11/de-imposibilidades-fue-posible-una.html

Iván Prado Sejas & Gonzalo Montero Lara

En la Feria Internacional del Libro de Cochabamba, 2013,  dentro su programación, será presentada la primera antología del cuento maravilloso en Bolivia cuyo título es “De Imposibilidades Posibles”. En esta antología participan escritores nacionales de renombre, escritores premiados y escritores con una alta creatividad y fantasía.
“En el cuento maravilloso emerge un mundo mágico donde existen una serie de seres, de hechos y de historias “cuasi” inverosímiles. El lector común podrá ver en el cuento maravilloso una historia que se desarrolla como una simple fantasía; por su parte, el lector acucioso, podrá encontrar en el cuento una veta de significados que hacen emerger otras realidades, en distintos planos.  En el fondo de la historia (el cuento), están seres e historias que emergen con distintos “disfraces”, en la medida que el lector interpenetra en los planos dimensionales subjetivos. En ese contexto, surgieron héroes dotados de magia y poder y  personajes con características fantásticas como:, las hadas, los gnomos, los elfos, y otros (dentro la tradición occidental), kharisiri, supay, pachamama, pachatata, mallkus, achachilas, y otros (incorporados a la tradición aymara-quechua),  Cacó, Canibaba Kilure, Jichi, Jerere, y otros (dentro de la tradición de las culturas amazónicas).”
“Detrás de todo cuento maravilloso existe siempre una verdad oculta, con un contenido simbólico, cuyo significado le da el autor, o paradójicamente le otorga el lector. En ciertos textos antiguos, el cuento maravilloso se convirtió en una forma de trasmitir la verdad escondida y disfrazada con un traje simbólico. Por ejemplo, Los 12 trabajos de Hércules, reflejados en doce cuentos maravillosos, representan la historia del hombre a través de las centurias, y se muestra su crecimiento personal y espiritual. En el libro “Las Mil y una Noche” aparecen cuentos que muestran historias donde se “desglosan” las emociones humanas, en cientos de partituras que muestran la dinámica de las polaridades emocionales. En este libro están cuentos conocidos como Sindbad el marino, Aladino y la lámpara maravillosa, Alí Baba y los cuarenta ladrones y otros.  Así, se puede observar que en muchos de los textos antiguos, el cuento maravilloso escondía historias sociales acaecidas en tiempos remotos, historias de parejas que pasaban por hechos naturales y sobrenaturales, historia de personajes con poderes mágicos, historias de seres multidimensionales.”

En la literatura fantástica universal, lo maravilloso emerge casi como un género, cuya relevancia es aceptada por propios y extraños. Muchas obras que están dentro lo maravilloso, han sido llevadas al cine, y se puede mencionar: Harry Potter, El Señor de los Anillos, Alicia en el País de las Maravillas, Crónicas de Narnia y otras, conocidas por los cinéfilos y lectores de obras fantásticas.

Bolivia es un país donde el cuento maravilloso emerge desde épocas remotas. El espíritu del hombre boliviano está impregnado de fantasía y de magia, y por esto en la mente de los escritores surgen mundos fantásticos que se expresan en los cuentos orales o escritos. Escritores como Jesús Lara, Homero Carvalho, Rigoberto Paredes y otros, nos muestran la enorme riqueza fantástica y maravillosa existente dentro la literatura oral y escrita. Y dentro de esa veta, está “De Imposibilidades Posibles” con cuentos maravillosos matizados por la fantasía, lo fantástico, lo mítico, lo onírico, lo surrealista y lo sobrenatural, y ahí están escritores como Adolfo Cáceres Romero, Néstor Taboada Terán, Víctor Montoya, Cesar Verduguez, Fernando Cáceres, Pilar Pedraza, Elsy Alpire, Antonio Chávez y Fernando Villena que exploran lo mitológico y la leyenda dentro de nuestras culturas andinoamazónicas; Homero Carvalho, Claudia Adriazola, Vanessa Giacoman, Mariana Ruiz,  Ana Triveño, Yvonne Rojas y Francis Schwitzgebel exploran la fantasía y lo mítico universal; Harry Marcus y Alfonso Murillo exploran lo onírico y la fantasía; Freddy Ayala, Christian Jiménez, Ana Rosa López y Leonardo Morales exploran el surrealismo;  Blanca Elena Paz, Rosse Mary Caballero, Moira Ledezma, Daniel Averanga y Luis Iturralde, exploran lo sobrenatural; Miguel Esquirol, Guillermo Ruiz, Gustavo Munkel, Rodrigo Delgado y Yerko Escobar exploran lo fantástico y lo mágico. En la antología están cuentos premiados como “La Hechicera de los Andes” de Néstor Taboada y “El cumpleaños del Cacique” de Antonio Chávez.    

“De Imposibilidades Posibles”  es una antología que recupera el legajo de nuestras culturas; muestra el aporte de escritores que han zambullido en su subconsciente o supraconsciente para mostrar relatos altamente significativos; o, han rescatado del subconsciente colectivo formas mentales que se reflejan en relatos maravillosos. El lector disfrutará de cada relato, ingresando en un universo multidimensional. 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Umberto Eco: “El Papa Francisco representa un hecho absolutamente nuevo en la historia de la Iglesia”


Foto: Divulgação/ Divulgación
"Lo que me sorprende es la curiosidad de los periodistas o del público por el hecho de que exista el Papa Francisco. Yo no estoy sorprendido”. Ésta fue una de las varias declaraciones que el semiólogo, escritor y filósofo italiano Umberto Eco dio al diario argentino La Nación, en entrevista publicada el último sábado (28).

Cuestionado sobre lo que piensa acerca del pontífice, Eco dijo que el jesuita es "interesante” y que "está en línea con la evolución de la cultura global”. "Estoy convencido de que el Papa Francisco está representando un hecho absolutamente nuevo en la historia de la Iglesia y, quien sabe, en la historia del mundo”. Pero el semiólogo confesó que se incomoda con las preguntas sobre el papa. "Sería interesante saber lo que el Papa Francisco piensa de mí, pero no se”.
Para él, la elección de un cardenal argentino para ocupar el puesto de líder máximo de la Iglesia Católicaen el Vaticano, sucediendo al alemán Joseph Ratzinger (el papa emérito Benedicto XVI), le pareció "bastante normal”. "Con las líneas aéreas que existen hoy en día, no me parece un hecho excepcional [que el Papa elegido sea de América Latina, sobrepasando la frontera del océano]”.
Para Umberto Eco, el eurocentrismo papal ya no existe más y la elección de Francisco muestra "que estamos en un mundo globalizado”. "Por eso, porque existe la globalización, es más que normal que eligieran un papa argentino. Podrían haber elegido a un Papa de Ghana, pero eligieron un papa argentino. Así es la globalización. No veo porqué la Iglesia podría escapar a este fenómeno”.
Sobre la forma de comunicar de Francisco, Eco opinó que "es mejor que Ratzinger” y que el Papa argentino "es un hombre moderno, es el Papa de internet”, no importa el hecho de que el propio pontífice no use la computadora: "quiero decir que es el Papa del mundo de la globalización”.
Lo que más le impactó al semiólogo durante estos primeros seis meses de pontificado de Francisco, fue el hecho de que el líder máximo de la Iglesia Católica haya dicho "buonasera” (buenas noches), al saludar al público en la Plazade San Pedro, en Roma, inmediatamente después del anuncio de su elección como Papa el 13 de marzo de este año, rompiendo una liturgia centenaria de la iglesia. "Son pequeños gestos que pueden significar mucho”, observó.
El escritor Umberto Eco, de 82 años, fue premiado por la Sociedad ItaliaArgentina (SIA), el último viernes (27), con una medalla de oro a la cultura italiana en Argentina.


ADITAL
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com

martes, 10 de septiembre de 2013

TRES REGLAS PARA EL PROGRESO ESPIRITUAL

 Fuente: http://serenaexpetacion16.blogspot.com/2012/07/tres-reglas-para-el-progreso-espiritual.html
Existen reglas muy simples a las cuales me referiré, y constituyen la base de las verdades que ustedes aceptaron como necesarias para todo progreso espiritual. Los maestros aceptan estos requisitos y reconocen que los poseen todos aquellos que toman bajo Su tutela y los fusionan en sus grupos para prestar servicio, y son: 
1.     La reconocida necesidad de sintonizarse, hasta donde le es posible al aspirante individual, con la necesidad mundial, a medida que aparece gradualmente. Debe tenerse en cuenta que los requisitos, para quienes desean trabajar y traer a la existencia el nuevo mundo, serán muy distintos de los del pasado. No debe olvidarse esto. La necesidad mundial debe ser encarada mental y espiritualmente, no emocionalmente. Muchos aspirantes y seudo-discípulos son emocionales, evitan enfrentar los hechos existentes y abordan los problemas con sus propias ideas preconcebidas de servicio y con sus propios idealismos establecidos.
2.     La adquisición de un sentido más sutil de los valores. Descanso, ocio, diversión, discusiones y críticas, no tienen cabida en la vida de un discípulo durante los próximos años. Se requerirá un sensato manejo del mecanismo físico, más una divina indiferencia a todo sentimiento personal y a las reacciones de la salud. Completa dedicación a satisfacer la necesidad humana; total consagración al Plan; colaboración inteligente con aquellos que reconocen que son discípulos avanzados...
3.     El desarrollo de una mente fluida y una actitud que reconozca el hecho de que -aunque el Plan permanece- las técnicas, las presentaciones, los idealismos y los métodos, deben necesariamente cambiar. Esto no es fácil. El Plan, tal como lo he delineado en el pasado, sólo era un delineamiento estructural y simplemente una estructura básica subyacente. Constituyó el armazón de acero para el venidero nuevo mundo, en lo que respecta a esa parte del mismo que ustedes podrían ayudar a materializar. 
No es fácil para la persona común ser flexible y cambiar detalles y métodos en relación con lo enseñado en el pasado, y sobre lo cual ha desarrollado ideas definidas y características. Por lo tanto, ¿están dispuestos a arrojar las ideas por la borda y trabajar para satisfacer la necesidad del nuevo mundo bajo las nuevas y entrantes influencias?
Discipulado en La Nueva Era Tomo I, AAB/DK

viernes, 30 de agosto de 2013

¿Se dará una verdadera transformación de la Iglesia Católica con el Papa Francisco?


El trabajo del Papa Francisco tendrá que ser descomunal tomando en cuenta que el Hipercapitalismo ha penetrado y sigue penetrando en la mente de cada habitante del orbe. La forma de vida instaurada por el sistema configura una serie de espejismos que engañan  y manipulan a las personas. Sin embargo, "la oscuridad sabe que cuando una vela se prende, otra se prende, otra se prende y, asi sucesivamentte, entonces, su existencia está condenada a la disolución". Así, se imaginara usted si cada católico, desarrolla su capacidad de toma de conciencia personal y social, o sea, llega a ser una "vela prendida", entonces, el Papa podrá cumplir con su propósito. Por esto, vale la pena que conozca que piensan tres obispos de la iglesia católica:

 
Carta a los Obispos
Dom José Maria Pires, Dom Tomás Balduino e Dom Pedro Casaldá

15 de agosto de 2013.
Fiesta de la Asunción de Nuestra Señora.
Queridos hermanos en el episcopado
Somos tres obispos eméritos que, de acuerdo con las enseñanzas del Concilio Vaticano II, a pesar de no ser más pastores de una Iglesia local, participamos siempre del Colegio episcopal, y junto con el Papa, nos sentimos responsables de la comunión universal de la Iglesia Católica.
Nos alegró mucho la elección del Papa Francisco en el pastoreo de la Iglesia, por sus mensajes de renovación y conversión, con sus contantes llamados a una mayor simplicidad evangélica y mayor celo de amor pastoral por toda la Iglesia. Nos tocó también su reciente visita al Brasil, particularmente sus palabras a los jóvenes y a los obispos. Hasta nos trajo a la memoria el histórico Pacto de las Catacumbas.
¿Nos damos cuenta nosotros, los obispos, de lo que, teológicamente, significa ese nuevo horizonte eclesial? En Brasil, en una entrevista, el Papa recordó la famosa máxima medieval: "Ecclesia semper renovanda”.
Por pensar en esa nuestra responsabilidad como obispos de la Iglesia Católica, nos permitimos este gesto de confianza de escribirles estas reflexiones, con un pedido fraterno para que desarrollemos un mayor diálogo al respecto.
1. La Teología del Vaticano II sobre el ministerio episcopal
El Decreto Christus Dominus dedica el 2º capítulo a la relación entre obispo e Iglesia Particular. Se presenta cada Diócesis como "porción del Pueblo de Dios” (no es más sólo un territorio) y afirma que, "en cada Iglesia local está y opera verdaderamente la Iglesia de Cristo, una, santa, católica y apostólica” (CD 11), pues toda Iglesia local no es sólo un pedazo de Iglesia o filial del Vaticano, sino que es verdaderamente Iglesia de Cristo, y así la designa el Nuevo Testamento (LG 22). "Cada Iglesia local es congregada por el Espíritu Santo, por medio del Evangelio, tiene su consistencia propia en el servicio de la caridad, esto es, en la misión de transformar al mundo y testimoniar el Reino de Dios. Esa misión se expresa en la Eucaristía y en los sacramentos. Esto se vive en la comunión con su pastor, el obispo”.
Esa teología sitúa al obispo no por encima o fuera de su Iglesia, sino como cristiano inserto en el rebaño y con un ministerio de servicio a sus hermanos. A partir de esa inserción, cada obispo, local o emérito, así como los auxiliares y los que trabajan en funciones pastorales sin diócesis, todos, en cuanto portadores del don recibido de Dios en la ordenación, son miembros del Colegio Episcopal y responsables de la catolicidad de la Iglesia.
2. La sinodalidad necesaria en el siglo XXI
La organización del papado como estructura monárquica centralizada fue instituida a partir del pontificado de Gregorio VII, en 1078. Durante el 1º milenio del Cristianismo, el primado del obispo de Roma estaba organizado de forma más colegial y la Iglesia toda era más sinodal.
El Concilio Vaticano II orientó a la Iglesia hacia la comprensión del episcopado como un ministerio colegial. Esa innovación encontró, durante el Concilio, la oposición de una minoría disconforme. El asunto, en verdad, no fue suficientemente asumido. Además, el Código de Derecho Canónico de 1983 y los documentos emanados del Vaticano, a partir de entonces, no priorizaron la colegialidad, sino que restringieron su comprensión y crearon barreras a su ejercicio.
Eso favoreció la centralización y el creciente poder de la Curia romana, en detrimento de las Conferencias nacionales y continentales y del propio Sínodo de los obispos, de carácter sólo consultivo y no deliberativo, siendo que tales organismos detentan, junto con el Obispo de Roma, el supremo y pleno poder en relación a la Iglesia entera.
Ahora, el Papa Francisco parece desear restituir a las estructuras de la Iglesia Católica y a cada una de nuestras diócesis una organización más sinodal y de comunión colegiada. En esa orientación, constituyó una comisión de cardenales de todos los continentes para estudiar una posible reforma de la Curia Romana. Sin embargo, para dar pasos concretos y eficientes en ese camino –lo que ya está sucediendo– él necesita de nuestra participación activa y conciente. Debemos hacer eso como forma de comprender la propia función de obispos, no como meros consejeros y auxiliares del Papa, que lo ayudan a medida que él pide o desea, sino como pastores, encargados con el Papa de velar por la comunión universal y el cuidado de todas las Iglesias.
3. El cincuentenario del Concílio
En este momento histórico, que coincide también con el cincuentenario del Concilio Vaticano II, la primera contribución que podemos dar a la Iglesia es asumir nuestra misión de pastores que ejercen el sacerdocio del Nuevo Testamento, no como sacerdotes de la antigua ley, sino como profetas. Esto nos obliga a colaborar efectivamente con el obispo de Roma, expresando con más libertad y autonomía nuestra opinión sobre los asuntos que piden una revisión pastoral y teológica. Si los obispos de todo el mundo ejerciesen con más libertad y responsabilidad fraternas el deber del diálogo y diesen su opinión más libremente sobre varios asuntos, ciertamente, se quebrarían ciertos tabúes, y la Iglesia podría retomar el diálogo con la humanidad, que el Papa Juan XXIII inició y el Papa Francisco está señalando.
La ocasión, pues, es la de asumir el Concilio Vaticano II actualizado, superar de una vez por todas la tentación de Cristiandad, vivir dentro de una Iglesia plural y pobre, de opción por los pobres, una eclesiología de participación, de liberación, de diaconía, de profecía, de martirio… Una Iglesia explícitamente ecuménica, de fe y política, de integración de Nuestra América, reivindicando los plenos derechos de la mujer, superando al respecto las cerrazones provenientes de una eclesiología equivocada.
Concluido el Concilio, algunos obispos – muchos del Brasil – celebraron el Pacto de las Catacumbas de Santa Domitila. Aproximadamente 500 obispos los siguieron en ese compromiso de radical y profunda conversión personal. Fue así como se inauguró la recepción valiente y profética del Concilio.
Hoy en día, muchas personas, en diversas partes del mundo, están pensando en un nuevo Pacto de las Catacumbas. Por eso, deseando contribuir a la reflexión eclesial de ustedes, enviamos anexo el texto original del Primer Pacto.
El clericalismo denunciado por el Papa Francisco está secuestrando la centralidad del Pueblo de Dios en la comprensión de una Iglesia cuyos miembros, por el bautismo, son elevados a la dignidad de "sacerdotes, profetas y reyes”. El mismo clericalismo viene excluyendo el protagonismo eclesial de los laicos y laicas, haciendo que el sacramento del orden se sobreponga al sacramento del bautismo y a la radical igualdad en Cristo de todos los bautizados y bautizadas.
Además, en un contexto de mundo en el cual la mayoría de los católicos está en los países del Sur (América Latina y África), se torna importante dar a la Iglesia otros rostros además del usual, expresado en la cultura occidental. En nuestros países, es preciso tener la libertad de des-occidentalizar el lenguaje de la fe y de la liturgia latina, no para crear una Iglesia diferente, sino para enriquecer la catolicidad eclesial.
Finalmente, está en juego nuestro diálogo con el mundo. Está en cuestión cuál es la imagen de Dios que damos al mundo y de la cual damos testimonio por nuestro modo de ser, por el lenguaje de nuestras celebraciones y por la forma que toma nuestra pastoral. Ese ponto es el que más nos debe preocupar y exigir nuestra atención. En la Biblia, para el Pueblo de Israel, "volver al primer amor”, significaba retomar la mística y la espiritualidad del Éxodo.
Para nuestras Iglesias de América Latina, "volver al primer amor” es retomar la mística del Reino de Dios en la caminada junto a los pobres y al servicio de su liberación. En nuestras diócesis, las pastorales sociales no pueden ser meros apéndices de la organización eclesial o expresiones menores de nuestro cuidado pastoral. Al contrario, es lo que nos constituye como Iglesia, asamblea reunida por el Espíritu para dar testimonio de que el Reino está viniendo y que de hecho oramos y deseamos: ¡venga tu Reino!
Esta hora es, sin duda, sobre todo para nosotros, los obispos, con urgencia, la hora de la acción. El Papa Francisco, al dirigirse a los jóvenes en la Jornada Mundial y al darles apoyo en sus movilizaciones, así se expresó: "Quiero que la Iglesia salga a la calle”. Eso es un eco de la entusiasta palabra del apóstol Pablo a los Romanos: "Es hora de despertar, es hora de vestir las armas de la luz” (13,11). Sea esa nuestra mística y nuestro más profundo amor.
Abrazos, con fraterna amistad.
Dom José Maria Pires, Arcebispo Emérito da Paraíba.
Dom Tomás Balduino, Bispo Emérito de Goiás.
Dom Pedro Casaldáliga, Bispo Emérito de São Félix do Araguaia.

Fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=77261

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MANIFIESTO DE LAS CATACUMBAS
"NOSOTROS, OBISPOS, reunidos en el Concilio Vaticano II, conscientes de las deficiencias de nuestra vida de pobreza según el Evangelio; invitados los unos por los otros en una iniciativa en la que cada uno de nosotros ha evitado el sobresalir o la presunción; unidos a todos nuestros hermanos en el episcopado; contando, sobre todo, con la gracia y la fuerza de nuestro Señor Jesucristo, con la oración de los fieles y de los sacerdotes de nuestras respectivas diócesis; poniéndonos con el pensamiento y con la oración ante la Trinidad, ante la Iglesia de Cristo y ante los sacerdotes y los fieles de nuestras diócesis, con humildad y con conciencia de nuestra flaqueza, pero también con toda la determinación y toda la fuerza que Dios nos quiere dar como gracia suya, nos comprometemos a lo que sigue:
1. Procuraremos vivir según el modo ordinario de nuestra población en lo que toca a casa, comida, medios de locomoción, y a todo lo que de ahí se desprende. [Mt 5, 3; 6, 33s; 8-20.]
2. Renunciamos para siempre a la riqueza, ya sea real o aparente, especialmente en el vestir (ricas vestimentas, colores llamativos) y en símbolos de metales preciosos a favor de otros signos más evangélicos. [Mc 6, 9; Mt 10, 9s; Hech 3, 6.]
3. No poseeremos bienes muebles ni inmuebles, ni tendremos cuentas en el banco a nombre propio. Si fuese necesario poseer algo, pondremos todo a nombre de la diócesis, o de las obras sociales o caritativas. [Mt 6, 19-21; Lc 12, 33s.]
4. En cuanto sea posible confiaremos la gestión financiera y material de nuestra diócesis a una comisión de laicos competentes y conscientes de su papel apostólico, para ser menos administradores y más pastores y apóstoles. [Mt 10, 8; Hech 6, 1-7.]
5. Renunciaremos a que nos llamen con nombres y títulos que expresen grandeza y poder (Eminencia, Excelencia, Monseñor), ya sea verbalmente o por escrito. [Mt 20, 25-28; 23, 6-11; Jn 13, 12-15.]
6. En nuestro comportamiento y relaciones sociales evitaremos todo lo que pueda parecer concesión de privilegios, primacía o incluso preferencia a los ricos y a los poderosos (por ejemplo en banquetes ofrecidos o aceptados, en servicios religiosos). [Lc 13, 12-14; 1 Cor 9, 14-19.]
7. Igualmente evitaremos propiciar o adular la vanidad de quien quiera que sea, al recompensar o solicitar ayudas, o por cualquier otra razón. Invitaremos a nuestros fieles a que consideren sus dádivas como una participación normal en el culto, en el apostolado y en la acción social. [Mt 6, 2-4; Lc 15, 9-13; 2 Cor 12, 4.]
8. Daremos todo lo que sea necesario de nuestro tiempo, reflexión, corazón o medios al servicio apostólico y pastoral de las personas y de los grupos trabajadores y económicamente más desfavorecidos. Apoyaremos a los laicos, religiosos, diáconos o sacerdotes que el Señor llama a evangelizar a los pobres y trabajadores, compartiendo su vida y el trabajo. [Lc 4, 18s; Mc 6, 4; Mt 11, 4s; Hech 18, 3s; 20, 33-35; 1 Cor 4, 12 y 9, 1-27.]
9. Procuraremos transformar las obras de beneficencia en obras sociales basadas en la caridad y en la justicia. [Mt 25, 31-46; Lc 13, 12-14 y 33s.]
10. Trabajaremos para que los responsables políticos pongan en marcha leyes, estructuras e instituciones sociales que son necesarias para la justicia, la igualdad y el desarrollo armónico y total de todo el hombre y de todos los hombres, y, así, para el advenimiento de un orden social, nuevo, digno de hijos de hombres y de hijos de Dios. [Cfr. Hech 2, 44s; 4, 32-35; 5, 4; 2 Cor 8 y 9; 1 Tim 5, 16.]
11. Dado que la función de los obispos encuentra su más plena realización evangélica en el servicio a las personas en situación de miseria física, cultural o moral, nos comprometemos a:
Participar, según nuestras posibilidades, en los proyectos urgentes de los episcopados de las naciones pobres;
Pedir de modo unánime a los organismos internacionales el fomento de estructuras económicas y culturales que no fabriquen naciones pobres en un mundo cada vez más rico, sino que permitan que las mayorías pobres salgan de su miseria.
12. Nos comprometemos a compartir nuestra vida, en caridad pastoral, con nuestros hermanos en Cristo, sacerdotes, religiosos y laicos, para que nuestro ministerio constituya un verdadero servicio.
De este modo:
Nos esforzaremos para "revisar nuestra vida” con ellos;
Buscaremos colaboradores para poder ser más animadores según el Espíritu que jefes según el mundo;
Procuraremos hacernos lo más humanamente posible presentes, ser acogedores;
Nos mostraremos abiertos a todos, sea cual fuere su religión. [Mc 8, 34s; Hech 6, 1-7; 1 Tim 3, 8-10.]
13. Cuando regresemos a nuestras diócesis daremos a conocer estas resoluciones a nuestros diocesanos, pidiéndoles que nos ayuden con su comprensión, su colaboración y sus oraciones.
Que Dios nos ayude a ser fieles al Evangelio de Jesús.
(Catacumba de Santa Domitila, Roma, 16 de noviembre de 1965)
[Fuente: Red Mundial de Comuniades Eclesiales].

lunes, 29 de julio de 2013

El Papa de la libertad de espíritu y de la razón cordial

Leonardo Boff
Fuente: Adital

Una de las mayores conquistas de la persona humana en su proceso de individuación es la libertad de espíritu. La libertad de espíritu es la capacidad de ser doblemente libre: libre de los mandamientos, normas, estándares y protocolos que fueron inventados por la sociedad y las instituciones para uniformar comportamientos y moldear personalidades según tales determinaciones. Y fundamentalmente significa ser libre para ser auténtico, pensar con su propia cabeza y actuar de acuerdo a su norma interior, madurada a lo largo de toda la vida, en resistencia y tensión con esos mandatos.

Y esta es una lucha titánica, pues todos nacemos dentro de ciertas determinaciones que son independientes de nuestra voluntad, sea en la familia, en la escuela, en el círculo de amigos, en la religión y en la cultura que dan forma a nuestros hábitos. Todos estos elementos actúan como superyós que pueden ser limitantes y en algunos casos hasta castradores. Lógicamente, estos límites tienen una función reguladora importante. El río llega al mar porque tiene márgenes y límites, pero estos también pueden represar las aguas que deberían fluir; entonces se salen por los lados y se convierten en charcos.
Las actitudes y los comportamientos sorprendentes del actual obispo de Roma, como a él le gusta presentarse, comúnmente llamado Papa Francisco, nos evocan esta categoría tan determinante de la libertad de espíritu.

Normalmente, el cardenal nombrado papa pronto encarna el estilo clásico, hierático y sacral de los papas, ya sea en la vestimenta, en los gestos, en los símbolos del poder sagrado y supremo, y en el lenguaje. Francisco, dotado de una gran libertad de espíritu, ha hecho lo contrario: ha adaptado la figura del Papa a su estilo personal, a sus hábitos y a sus convicciones. Todo el mundo conoce las rupturas que ha introducido sin mayor ceremonia.
Se aligeró de todos los símbolos de poder, especialmente de la cruz de oro y piedras preciosas y de esa pequeña capa (mozzetta) que llevaban los otros, llena de brocados y joyas, otrora símbolo de los emperadores romanos paganos. Sonriente dijo al secretario que quería ponerla sobre sus hombros: "guárdela porque el carnaval ha terminado”. Se viste con mayor sobriedad, de blanco, con sus zapatos negros habituales y, por debajo, con sus pantalones, negros también. Prescinde de todos los servicios asignados al Pastor supremo de la Iglesia, empezando por el palacio papal que ha reemplazado por una hospedería eclesiástica, y come con los demás huéspedes. Piensa antes en Pedro, que era un rudo pescador, o en Jesús, que según el poeta Fernando Pessoa, «no sabía nada de contabilidad ni consta que tuviera biblioteca» pues era un «factótum» y un simple campesino mediterráneo. Se siente sucesor del primero y representante del segundo. No quiere que le llamen Su Santidad, porque se siente «hermano entre hermanos», ni quiere presidir la Iglesia en el rigor de la ley canónica, sino en la caridad, que es cálida.

En su viaje a Brasil no ha hecho espectáculo, aquí está su libertad de espíritu: desea como transporte un vehículo popular, un jeep cubierto para poder moverse a través la multitud, se detiene para abrazar a los niños, para beber un poco de mate, para intercambiar su solideo papal blanco por otro medio chafado que le ofrece un fiel. Durante la ceremonia oficial de bienvenida del gobierno, que sigue un estricto protocolo, después del discurso se dirige a la presidenta Dilma Rousseff y la besa para consternación del maestro de ceremonias. Y hay muchos otros ejemplos.

Esta libertad de espíritu trae un brillo innegable hecho de ternura y vigor, las características personales de san Francisco de Asís. Se trata de una persona de gran entereza. Estas actitudes personales serenas y fuertes muestran un hombre de gran ternura que ha realizado una síntesis personal significativa entre su ser interior y su yo consciente. Es lo que se espera de un líder, sobre todo religioso. Evoca al mismo tiempo ligereza y seguridad.

Esta libertad de espíritu se ve reforzada por el espléndido rescate que hace de la razón cordial. La mayoría de los cristianos están cansados de doctrinas y se muestran escépticos ante las campañas contra los enemigos reales o imaginarios de la fe. Todos estamos impregnados hasta la médula de la razón intelectual, funcional, analítica y eficiente. Ahora viene alguien que en todo momento habla desde el corazón, como lo hizo en su discurso a la comunidad de la favela de la Varginha o en la isla de Lampedusa. En el corazón es donde mora el sentimiento profundo por los demás y por Dios. Sin el corazón las doctrinas son frías y no plantean ninguna pasión. Ante los supervivientes venidos de África, confiesa: «Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia de llorar, de ‘sufrir con’: la globalización de la indiferencia nos ha quitado la capacidad de llorar». Sentencia con sabiduría: «La medida de la grandeza de una sociedad viene dada por la forma como trata a los más necesitados».

Según esta medida, la sociedad global es un pigmeo, anémica y cruel. La razón cordial es más eficaz en la presentación del sueño de Jesús que cualquier doctrina erudita y convierte a su principal mensajero, Francisco de Roma, en una figura fascinante que llega al corazón de los cristianos y de otras personas.





miércoles, 3 de julio de 2013

LOS PROFETAS LEEN EL PRESENTE Y ANTICIPAN EL FUTURO

"Nada ocurre al azar, todo es por causa y efecto"

"Hoy, el hombre está sembrando cosas muy positivas y cosas muy negativas; en función de esto, aquellos que siembren calamidades recogerán calamidades y aquellos que siembren dicha cosecharan dicha"


Leonardo Boff
Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=76142

02/07/2013
Profeta en sentido bíblico no es en primer lugar aquel que prevé el futuro. Es aquel que analiza el presente, identifica tendencias, generalmente desviadas, hace advertencias y hasta amenazas. Anuncia el juicio de Dios sobre el curso presente de la historia y hace promesas de liberación de las calamidades.
A partir de la captación de las tendencias, hace previsiones para el futuro. En el fondo afirma: si continúa este tipo de comportamiento de los dirigentes y del pueblo sucederán fatales desgracias. Éstas son consecuencia de las violaciones de leyes sagradas. Y ahí proyectan escenarios dramáticos que tienen una función pedagógica: Hacer entrar a todos en razón y en la observancia de lo que es justo y recto delante de Dios y de la naturaleza.
Leyendo a algunos profetas del Antiguo Testamento y también advertencias de Jesús sobre la situación de los tiempos futuros, casi espontáneamente nos acordamos de nuestros dirigentes y de su comportamiento irresponsable ante los dramas que se están preparando para la Tierra, para la biosfera y para el eventual destino de nuestra civilización.
Hace días en algunas partes del mundo se ha roto la barrera considerada como la línea roja que debería ser respetada a toda costa: no permitir que la presencia de dióxido de carbono en la atmósfera llegase a 400 partes por millón. Y lamentablemente ha llegado. Alcanzado este nivel, difícilmente el clima calentado volverá atrás. Se estabilizará y podrá seguir subiendo. La Tierra quedará calentada unos dos grados centígrados o más. Muchos organismos vivos no conseguirán adaptarse, pues no tienen como minimizar los efectos negativos, y acabarán desapareciendo. La desertificación se acelerará; se perderán cosechas, miles de personas tendrán que abandonar sus lugares a causa del calor insoportable y la imposibilidad de garantizar su alimentación.
En un contexto así leo al profeta Isaías. Vivió en el siglo VIII a. C., uno de los periodos más conturbados de la historia. Israel se encontraba exprimido entre dos potencias, Egipto y Asiria, que se disputaban la hegemonía. Tan pronto era invadido por una de estas potencias como por la otra dejando un rastro de devastación y de muerte.
En este contexto dramático Isaías escribe un capítulo entero, el 24º, en una línea de devastación ecológica. Las descripciones se asemejan a lo que puede sucedernos a nosotros si las naciones del mundo no se organizan para parar el calentamiento global, especialmente el abrupto, ya avisado por notables científicos, que podría ocurrir antes de finales del presente siglo. Si efectivamente ocurriera, la especie humana correría gran riesgo de ser diezmada y de que se destruyera gran parte de la biosfera.
Debemos tomar en serio a los profetas. Ellos descifran tendencias en una perspectiva que va más allá del espacio y del tiempo. Por eso también nuestra generación podría estar incluida en sus amenazas. Transcribo partes del capítulo 24 como advertencia y material de meditación.
"Lo mismo sucederá al acreedor y al deudor. La Tierra será totalmente devastada. Ella ha sido profanada por sus habitantes porque trasgredieron las leyes, pasaron por encima de los preceptos, rompieron la alianza eterna. Por esta razón, la maldición ha devorado la Tierra, la culpa es de los que en ella habitan… La Tierra se rompe, tiembla violentamente, es fuertemente sacudida. La Tierra se tambalea como un borracho, se agita como una cabaña… La luna se sonrojará y el sol tendrá vergüenza”.
Jesús, el último y el mayor de todos los profetas advierte: "se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá hambre y peste y terremotos en diversos lugares” (Mateo 24, 7). "En la Tierra los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Las gentes desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán” (Lucas 22, 25-27).
¿No ocurren escenas semejantes en los tsunamis del sudeste de Asia, en Fukushima en Japón, en los grandes tornados y ciclones como el Katrina y el Sandy en Estados Unidos y en otros lugares del planeta? ¿Las personas no se llenan de pavor al presenciar tal devastación y ver el suelo cubierto de cadáveres? Estas catástrofes no suceden por casualidad, suceden porque hemos roto la alianza sagrada con la Tierra y sus ciclos. Son señales y analogías que nos llaman a la responsabilidad.
Curiosamente, a pesar de todos estos escenarios de destrucción, la palabra profética termina siempre con esperanza. Dice el profeta Isaías: "Dios quitará el velo de tristeza que cubre a todas las naciones. Enjugará las lágrimas de todos los rostros… Aquel día se dirá: este es nuestro Dios, en quien hemos esperado y Él nos salvará” (25,7.9). Y Jesús remata prometiendo: "cuando empiecen a suceder estas cosas, animaos y levantad la cabeza porque se acerca la liberación” (Lucas 21,28).
Después de estas palabras proféticas no cabe comentario; solo el silencio pesaroso y meditativo.
[Traduccion de Maria Gavito Milano].


viernes, 14 de junio de 2013

LOS PEORES ENEMIGOS DE EVO



El titulo es simplemente alegórico, puesto que EVO tiene o tendrá enemigos en función de su postura política y de su formación personal, social y espiritual. Se dice que el peor enemigo de uno, es uno mismo. O sea, mis defectos, mis vacíos, mis debilidades personales, mis inseguridades y otras características, harán que yo fracase en la consecución de mis objetivos personales, haga lo que haga.  
El campo político es un ámbito de desafíos múltiples. Los gobernantes, de cualquier línea política, están sujetos a la influencia de muchas variables, desde variables personales, familiares, sociales, políticas, hasta variables socioeconómicas internas y externas.
En ese contexto, voy a referirme a algunos aspectos, que hoy, resultan ser los  “enemigos” de Evo, como:
1) EVO Y SU PROPIO PARTIDO

- EL PROPIO EVO: ¿Uno puede ser enemigo de uno mismo? Claro que sí, y mucho más si uno es gobernante de un país. Evo ingresó con una forma de ser persona al primer periodo de su mandato. El pueblo vio en él varias características de su personalidad, como positivas para dirigir, y por eso lo eligió. Han pasado varios años, y Evo ha cambiado algunas cosas para “bien” y otras para “mal”.  Entre los aspectos positivos se puede mencionar:
a) Seguridad: En la mayor parte de sus intervenciones muestra seguridad personal.
b) Idea de manejo del Estado: En base a sus asesores (los buenos) muestra que sabe conducir el estado en función de su plan de gobierno.
c) Sentido común desarrollado: Su sentido común le ha sido muy útil a Evo, puesto que ha tenido que tomar decisiones difíciles utilizando esa forma de percepción. Su sentido común lo ha llevado a dirigir y hacer aprobar varias leyes importantes.
d) Persistencia: Evo no desiste de sus ideales.

Entre los aspectos negativos se pueden observar:
a) Falta de control sobre las emociones: En algunas circunstancias a Evo se le descontrolan sus emociones y le provocan reacciones no adecuadas. Y estos descontroles hieren a propios y extraños.
b) No mide sus palabras: Primero es necesario aclarar que mucho de lo que dice Evo, es reflejo de su formación de persona de campo, con una cultura indígena en sus espaldas. Son millones de indígenas y mestizos en Bolivia que hablan igual que Evo. En la estructura neurolingüística, de la mayoría de la población de este país, se combinan el español, el idioma nativo, y el idioma hibrido emergente, entonces, surgen formas de expresión verbal y de pensamiento muy particulares. Sin embargo, ciertos opositores y ciertos analistas aprovechan los “errores lingüísticos” y exageran en sus críticas a Evo, sin tomar en cuenta los elementos lingüísticos y simbólicos, de un país multilingüe. Lo interesante es que esos analistas, jamás criticaron a Gony por tener inconvenientes en su lenguaje y formas de expresión. Gony hablaba el español con acento de “gringo”. Y a veces hacia bromas que nadie entendía, puesto que si bien estaba hablando español, seguramente estaba pensando en Ingles. Sin embargo, a pesar de todo esto, Evo también mete la pata en lo que dice como cualquier humano; pero él no es cualquier humano, ya que está investido con un cargo que le hace Presidente de Bolivia. Y él no es presidente por él, el pueblo lo ha nombrado. Y en este pueblo están los indígenas y mestizos, blancos, etc., dentro las distintas culturas, que esperan que el presidente no meta la “lengua” en el avispero, para evitar que salgan “alaridos”,  que perjudican la imagen del principal actor del proceso de cambio. Entonces, Evo, sí o sí, debe cuidar lo que dice, porque habla a nombre del pueblo que lo ha elegido.

c) Surgimiento de la vanidad personal: Si bien, en ciertas circunstancias protocolares, para tener presencia, la vanidad personal parece justificarse; muchos gobernantes y grandes hombres han demostrado que la vanidad más que útil, es un aspecto innecesario. Por su origen, se puede decir que Evo, desde la cuna, fue inducido por el camino de la humildad. Y  todavía, cuando está con sus “hermanos” indígenas, en algunas ocasiones, la humildad emerge en él. Sin embargo, hay ocasiones donde la vanidad lo envuelve, y Evo resulta exageradamente vanidoso. Acá se puede decir que Evo olvida su origen. Entonces, es bueno recordarle que la humildad persigue al sabio, mientras que la vanidad persigue al estúpido, al pedante, al irrespetuoso, al autoritario, y al dictador. Evo tendrá que volver a sus raíces y recordar su ambiente familiar y grupal.

d) La "ignorancia" de conocimiento: En la vida cotidiana no existe un ignorante total o un sabio completo. La ignorancia involucra una falta de conocimiento y  de experiencia de uno mismo y de la realidad circundante. La sabiduría es una mezcla de conocimiento y experiencia. La ignorancia es provocada por la dejadez en buscar el conocimiento, y por no asimilar la experiencia.   El ignorante limita sus posibilidades y potencialidades, mientras que el sabio los estimula. ¿Para ser sabio sólo se necesita leer libros? No. Se necesita también de una rica experiencia de vida. Puede uno tener títulos de licenciado o doctor, pero, si no se tiene la experiencia de vida, uno queda como un ignorante con títulos. Entonces, la sabiduría no está basada solamente en la lectura de textos científicos, sociales o religiosos. Para ser sabios también hay que vivir la vida de manera profunda y extensa. ¿Puede uno ser sabio con sólo experiencia de vida? No. Uno requiere del conocimiento para llegar a la verdad. Cuanto más conocimiento se tiene de la realidad, uno tendrá más desarrollado su capacidad de comprensión.  Evo dijo que “no leía libros”. Una buena parte de los habitantes de este país hace lo mismo. Y por esto, todavía no hemos dejado los últimos lugares entre los países subdesarrollados (Si bien hay noticias alentadoras en términos de la macroeconomía y desarrollo social en el país). Y para peor, hay sectores del gobierno central y de los departamentales, que siguen contratando gente “excesivamente incapaz” (es a propósito la redundancia). Entonces, Evo, que tiene una buena experiencia de vida, ahora, tiene que empezar a leer, leer y leer. Tiene que ser un ejemplo para un pueblo poco acostumbrado a la lectura (En esta última temporada el gobierno está empezando a estimular la lectura con ciertos programas).

2) ENTORNO CERCANO DE EVO: 
En el último tiempo el entorno cercano de Evo ha empezado a cerrarse, a cerrarse y a cerrarse. Y en algún momento Evo será “ahogado”. Y de este tipo de situaciones (los entornos palaciegos) emergen los disidentes dentro de los partidos, que después resultan ser los peores enemigos (en muchos casos). Evo podrá decir, que su entorno cercano lo salvará. Mientras, las cosas parecen ir bien, el entorno se portará como un chico educado; pero, cuando las cosas estén mal, o peor, cuando las cosas estén que arden; los “correligionarios” del entorno palaciego desaparecerán del mapa, y Evo caerá al abismo.

3) PARTIDARIOS DEL MAS: 
Ningún gobierno en el mundo consigue para todos los puestos públicos gente comprometida con el partido. Todo partido tiene un número limitado de adeptos. O sea, gente que se “pone la camiseta” y trabaja por el partido. Si un partido político logra tener a su gente en los puestos más altos, es suficiente para hacer gestión. El resto de la gente que ocupe los puestos administrativos tiene que ser gente capaz, y que con el tiempo, si ve que los ejecutivos son trabajadores y honestos, seguramente se identificará, y también apoyará con su voto al partido de turno. Pero, hoy, en muchas instancias gubernamentales, no se piensa así. Se dice que todos los que ocupen cargos públicos tienen que ser del MAS, no importa si son capaces o incapaces, corruptos o no corruptos, ladrones u honestos, y así por delante. Como no se aplica ninguna ley del administrador público, entonces, la selección de personal es hecha a dedo. Entonces, los peores enemigos de Evo, (muchos quizá sin desearlo) son aquellos incapaces para la administración pública (Lógicamente, que algunas autoridades, prefieren que sus dependientes sean unos ignorantes, para saquear las arcas de la alcaldía o gobernación). Para dar un ejemplo de manejo adecuado de la selección de personal: En el Brasil, la mayor parte de los funcionarios del gobierno está en función de los resultados de una selección de personal. Cada año se hace selección de personal donde acuden cientos de miles de personas.   

4) DEMOCRACIA "INSÍPIDA" DENTRO DEL MAS: 
No hay partido político que dure mucho tiempo si no tiene instancias democráticas internas. Se dice que en el MAS hay reuniones periódicas para analizar y discutir tanto los aspectos internos y como los externos. Pero, por lo visto, con el tema de los “librepensantes” y por consecuencia con los “no pensantes”, se puede ver que hay debilidades en los mecanismos democráticos del MAS. Da la impresión de que un grupo hegemoniza los análisis, las evaluaciones y las toma de decisiones. Aquel que no está de acuerdo “se calla o se va” parece ser la consigna. Para aquellos que tienen esa mentalidad, es necesario recordar que los partidos que tienen sistemas democráticos internos efectivos, son los que se mantienen por más tiempo vigentes, y realmente se preocupan por su país, generando resultados positivos.  Cuando en un movimiento o partido se prohíbe “pensar”, entonces, quiere decir que algo anda muy mal en el sistema interno, y posiblemente predomine el liderazgo autoritario. 
Por otro lado, tampoco se puede pensar en un partido político donde cada uno piensa lo que quiere y hace lo que le dé la gana. Acá se podrá ver que no hay ninguna organización y el partido va hacia la deriva. Ese tipo de partidos, con liderazgo permisivo, pero con gente inmadura,  fracasan rotundamente.
El tipo de liderazgo que se acomoda a la idiosincrasia de la gente boliviana es el liderazgo situacional. Asimismo, es necesario crear mecanismo democráticos internos que promuevan renovación y transformación. Hay partidos políticos en otros países, donde la democracia interna, con todos sus mecanismos funcionando, fortalecen al partido.
Ahora, que el MAS está en el poder y tiene mucha fuerza en el país tendría que buscar o crear mecanismos democráticos internos mucho más efectivos. El caudillismo tiene que ser dejado de forma gradual (por esto el liderazgo situacional).  En un partido tienen que haber ideas conjuntas, que enmarquen las acciones hacia la realización de una visión, y en esto todos deben estar embarcados. En temas esenciales es necesario el acuerdo interno. En la forma en cómo se va llegar a las metas pueden haber discrepancias, discusiones,  acuerdos, coincidencias, etc., pero, a partir de análisis y discusiones productivas se tiene que llegar a configurar planes y programas efectivos que beneficien al país. Es importante enfatizar: Las opiniones distintas y las discrepancias son necesarias para una renovación constante. Por esto es necesario buscar los canales para que las ideas sean discutidas, analizadas y se tomen decisiones en pro del país.      

5) MOVIMIENTOS SOCIALES "DESCABEZADOS"
Los movimientos sociales se han constituido en el pilar principal de este gobierno para sustentar políticas de transformación del país. Estos movimientos han tenido dirigentes de peso que han luchado para que Evo suba y se mantenga en el poder. Sin embargo, se ha dado también una migración de estos dirigentes a instancias de gobierno, en algunos casos, con éxito, en otros, con fracasos. Entonces, los movimientos sociales han sido “descabezados”, y no se han sustituido con dirigentes idóneos y capaces. Y no existe preparación de nuevos líderes capaces, que dirijan a los movimientos sociales. A la sazón, un grupo social “descabezado” se constituye en un “enemigo” de Evo

6) OPOSICIÓN
Hoy por hoy, la oposición resulta ser un enemigo “pequeñito”. Pero, esto enemigo pequeño, mañana puede crecer mucho más, no sólo por sus méritos propios, sino también por las “metidas de pata” de los gobernantes actuales, y esto va “in crescendo”. No voy a entrar en detalles.

7) MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Al principio del gobierno del MAS, los medios de comunicación eran los peores enemigos de Evo. Hoy las cosas parece que se han equilibrado, puesto que el gobierno está manejando mejores estrategias. Sin embargo, hay todavía medios y periodistas que le dan con todo al gobierno

8) LOS “ANALISTAS POLITICOS”
Menciono a los "analistas políticos" porque son motivo de broma en los medios académicos.  Un analista político verdadero es aquel que hace un análisis de la realidad política basado en un estudio profundo de su contexto. Su postura inicial es de neutralidad, tanto en el tratamiento de datos y en el diagnóstico. En Bolivia hay “analistas” que se ponen la camiseta de la oposición y sus comentarios son totalmente contrarios al gobierno. Igualmente hay “analistas” que defienden a "muerte" al oficialismo. Estos dos grupos de analistas son motivo de burla en los medios académicos, puesto que no tendrían que llamarse de analistas, deberían llamarse otra cosa.  Estos “analistas” de alguna manera, son enemigos de Evo; los primeros, porque hay gente que los escucha y les cree; y a los segundos, hay gente que los escucha y ya no les cree.
Los verdaderos analistas políticos (que también hay en Bolivia, y de los buenos) no pueden ser enemigos del gobierno, puesto que hacen criticas constructivas, criticas de peso, criticas con fundamento y algunas veces criticas duras (pero necesarias). Si el gobierno escuchara a estos analistas sacaría mucho provecho.

CONCLUSION
Es necesario tomar conciencia de los verdaderos enemigos. Los enemigos pueden ser reales o irreales, y hay que enfrentarlos de la mejor manera. O sea, hay que darles un tratamiento adecuado. Hoy existen técnicas y tácticas para aquello.  Los enemigos internos son los que más horadan un partido. Y, finalmente,  los enemigos intrapersonales, son los que más conducen a los líderes al fracaso y a la derrota. Evo y su partido requieren de cambios continuos.

Iván Prado Sejas
PSICOLOGO

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