Muchos todavía se preguntan si el “socialismo materialista” es un sistema que todavía puede resucitar, como el ave fénix, y llenar las necesidades de los individuos, grupos y sociedad en general. Por la imposición del Capitalismo salvaje y la caída estrepitosa del Socialismo materialista las esperanzas de que ocurra una resurrección son muy pequeñas, por no decir nulas. En este contexto, existe la necesidad imperiosa de generar una opción que posibilite la planificación correcta de la “vida” de los seres humanos en base a:
1) Reconocer el Poder de Dios detrás de cualquier poder.
2) Aceptar plenamente la existencia del mundo espiritual.
3) Generar la distribución equitativa de la riqueza.
Asimismo, esta opción debe estar en función de las necesidades físicas, psicológicas, sociales, culturales y espirituales de los seres que habitamos la Tierra. Los señores (Don Dinero y Don Poder) de la faz oscura deben ser llevados al sitio que les corresponde, para dar lugar a la Vida y a la Transformación, y hacer de este planeta un lugar habitable donde todos los seres humanos (digo todos) podamos tener, no solamente nuestras necesidades básicas cubiertas, sino tener la posibilidad de desarrollar una vida plena, donde lo espiritual sea el factor primordial. Y esto posibilitará la preservación de la naturaleza, evitando su destrucción. Así, la Madre Tierra y sus hijos podrán disfrutar de los logros que son parte de Plan de la Deidad Máxima, quien mantiene el planeta, la Galaxia y el Universo.
LA VIGENCIA DEL SOCIALISMO MATERIALISTA
En el presente, son muy pocos los países donde el socialismo materialista (con base en el marxismo-leninismo y/o el maoísmo) está vigente, en sus últimos pataleos: Cuba, Corea del Norte, China y Vietnam (con algunas reformas pro capitalistas), y otros. Lamentablemente, ninguno de estos países ha dado un salto hacia un socialismo avanzado, y mucho menos hacia un socialismo con base espiritual. Podríamos decir, que aún se mantienen en la primera fase del socialismo materialista que es “La dictadura del proletariado”, con distintos matices y/o tergiversaciones, donde el partido comunista es el que hegemoniza el poder. Asimismo, no ha habido un cambio cualitativo en la psicología de las personas en los países mencionados donde lo colectivo tendría que ser asimilado como parte fundamental de la vida. Allá todavía impera el pensamiento: “Si es de todos no es de nadie, por lo tanto, para qué voy esforzarme para trabajar o llevar adelante los programas del gobierno”. O sea, que el individualismo (basado en el egocentrismo) todavía está vigente en sociedades que dicen ser socialistas. Y este individualismo es una lacra para el desarrollo de cualquier sociedad socialista. El egocentrismo podrá ser superado solamente dentro de una sociedad donde esté presente el equilibrio entre materia y espíritu.
EL SOCIALISMO TEOCRÁTICO DE LOS INCAS
Bolivia es uno de los países que en el pasado, -sobre su territorio-, se desarrolló el denominado imperio incaico, que tuvo como modelo un sistema socialista con matices teocráticos. Habiendo leído bastante material de varios cronistas (Guamán Poma, Garcilazo de la Vega, Acosta, Cieza de León, Cobo y otros) puedo atreverme a afirmar que los quechuas, los aymaras y otros grupos, bajo la égida de los incas, vivieron bajo un modelo socialista, con peculiaridades propias, y donde el aspecto espiritual fue uno de los pilares para asumir ese sistema. Este sistema socialista teocrático de los incas estuvo vigente por mucho tiempo hasta la crisis de la sociedad incaica con las luchas internas entre Huascar y Atahuallpa. Hoy todavía tenemos resabios “vivos” de esa sociedad socialista en comunidades indígenas quechuas y aymaras que viven dentro del modelo del ayllu, de la mink´a, del yanapanaku, del ayni, etc. Entonces, podemos afirmar que el pueblo boliviano tiene raíces socialistas que debemos rescatar y tenerlas como base para desarrollar un "árbol" dentro de un socialismo comunitario y/ espiritual.
LA MUERTE DEL CAPITALISMO Y DEL SOCIALISMO MATERIALISTA
Con la caída de la torres el 11 de septiembre de 2001 en USA, se inicia simbólicamente el derrumbe del Capitalismo salvaje. La gran crisis financiera del 2008 muestra que los supuestos pies de hierro del Capitalismo en realidad son de barro. Esa crisis muestra que el Capitalismo está estructurado como una red de fichas de dominó. Una ficha se cae y las otras también empiezan a caer. Si bien, hoy, los países capitalistas están saliendo de la crisis tomando una serie de medidas, su gran debilidad subjetiva no la podrán superar nunca, puesto que el Capitalismo salvaje está sustentado por antivalores que actúan como la caries con el diente. El Capitalismo en su origen intento sustentarse en valores, hoy en día, la cosa dio un giro de 180 grado.
Por otro lado, el Capitalismo es perentorio en su naturaleza, o sea es temporal dentro de las distintas fases de desarrollo de la humanidad. El Capitalismo está destinado a desaparecer tal como desaparece la fase de egoísmo “extremo” en un niño de cuatro años, cuando él se desarrolla y llega a ser un niño grande.
El Capitalismo ha sido útil durante una época, esto nadie lo puede negar. Será todavía usada durante un cierto tiempo, quizá 10, 20, 50 o 100 años a lo sumo. O sea, cuando las condiciones emergentes en el planeta todavía involucren utilizar la iniciativa privada, seguramente el Capitalismo controlado por un estado socialista, será usado de acuerdo a las necesidades, como ya lo hacen China y Vietnam. Y cuando el estado sea un estado totalmente fuerte, con toda la economía, la tecnología, la psicología y la espiritualidad desarrolladas plenamente, entonces, dejaran de existir la propiedad privada y la propiedad colectiva conforme se los conoce hoy (de manera mezquina y como algo difuso), y cada sujeto simplemente tendrá lo que requiere conforme sus necesidades y responsabilidades, y de acuerdo a las necesidades y requerimientos de la sociedad. Para llegar a esta última parte, seguramente tendrán que pasar cincuenta, cien, mil, dos mil o tres mil años. Esta variación en el periodo de cambio dependera del grado de madurez alcanzado por la humanidad misma en su desarrollo evolutivo.
Después de la caída del muro de Berlín, el socialismo materialista se ha derrumbado como una estatua vieja y derruida. El elefante, no está más parado en sus cuatro patas, apenas está de panza esperando que la muerte lo traslade al cementerio. La meca del socialismo materialista, la URSS desapareció, para dar lugar a países con sistemas neoliberales, y una parte de ellos con tendencia social. Y como di a entender en un párrafo anterior, el socialismo materialista, está en algunos países simplemente como adobe viejo de un edificio en ruinas. Los gobernantes de esos países lamentablemente no desean tomar conciencia de la situación y continúan enarbolando paradigmas obsoletos. Y con esta conducta solamente refuerzan a los ideólogos del Capitalismo, que también se solazan mostrando los harapos (resultados) del socialismo materialista. No cabe duda que Marx, Lenin, Mao, Trosky, Castro y otros han tenido la virtud de mostrar que es posible otro tipo de sociedad. Por lo tanto, en el socialismo espiritual, seguramente se reconocerá los grandes aportes de los intelectuales y estadistas mencionados. Finalmente, decir que el “socialismo ha muerto” es una falacia, puesto que el socialismo materialista no representa a todo aquello que involucra una verdadera sociedad socialista o comunista con ingredientes espirituales.
HACIA UN SOCIALISMO ESPIRITUAL
Para evitar las “malas” interpretaciones o las tergiversaciones algunos autores prefieren hablar de una tercera opción, para referirse a un sistema social y económico más justo y equitativo, que supere al Capitalismo salvaje y al Socialismo materialista. Yo prefiero hablar de socialismo espiritual, aunque el peso de un socialismo materialista fracasado sea muy grande, y el ataque de los capitalistas salvajes acierte algunos tiros. ¿Y esto por qué? Ejemplo: Si nos imaginamos de aquí a décadas o cientos de años y vemos que la humanidad ha superado totalmente el capitalismo y el socialismo materialista, ¿en qué tipo de sociedad nos ubicaríamos? Los cristianos, seguramente se van a imaginar una sociedad conforme lo plantea el nuevo testamento, y el mismo tiene muchos ingredientes socialistas (p.e. Amor que involucra entrega, sacrificio, servicio, darse a los demás, compartir, universalidad, altruismo, etc.). El mahometano también se imaginará una sociedad conforme lo plantea Mahoma, y también ahí emergen aspectos socialistas (p.e. Hacer el bien a los demás no tiene límites). El budista se imaginará también un mundo conforme lo pensó el Buda, e igualmente encontramos elementos socialistas (p.e. El Desapego). Y finalmente, aquellos que sentimos con el corazón, y pensamos de manera abstracta e intuitiva sabemos que el socialismo espiritual es la mejor alternativa para una sociedad realmente justa, equitativa y con calidad, y que promueva no solo el desarrollo de la personalidad, sino también el desarrollo espiritual. El hombre tiene muchas posibilidades y grandes potencialidades, el ejemplo son justamente aquellos personajes que son los pilares de las principales religiones del mundo.
Entonces, los gobernantes de izquierda y/o indigenistas que dirigen Bolivia, tendrán que ser creativos para poder implementar un socialismo comunitario con vista hacia un socialismo espiritual. Sabemos que el pueblo boliviano es multicultural, profundamente religioso y convive con dos formas de ver el mundo, el occidental y el que corresponde a su propia cultura. Entonces, el gobierno tendrá que tomar en cuenta las dos visiones, y efectuar una síntesis para tener una piedra angular que plasme los planes hacia un socialismo comunitario y espiritual. Si el gobierno deja que la línea del socialismo materialista se imponga en sus planes, entonces, el partido en función de gobierno será simplemente “una ola más que desaparece cuando el mar se retrae”.
REFERENCIAS
Prado, Ivan. La psicoterapia en el tahuantinsuyu
Fuente para el estudio de los Incas
La crisis financiera del 2008
Principios filosóficos del cristianismo
Leonardo Boff y su filosofía
Islam y socialismo
Socialismo budista