“La Verdad os hará libres”
¿QUÉ ES LA VERDAD?
¿QUÉ ES LA VERDAD?
Sobre el tema de la Verdad sean escrito centenares de obras desde diferentes perspectivas, sobre todo en los ámbitos religioso y filosófico. Para fines de este artículo, la Verdad es la Realidad conforme ella Es –en esencia, natura crescenti, desde su origen hasta su fin, materia-espiritu, la vida en todas las dimensiones, materia-antimateria, universo físico-universo cuántico, espacio-tiempo, etc.– La realidad, conforme los avances de la ciencia, no es solamente lo que uno ve, lo que uno toca, o lo que uno siente, es mucho más. La astronomía y la fisica cuántica, por ejemplo, nos llevan por el hilo físico hacia los extremos del macrocosmos y del microcosmos respectivamente. Asimismo, las psicologias del inconciente, del conciente y del supraconciente nos llevan de lo personal a lo transpersonal. Por su parte, las religiones intentan construir un puente entre lo humano y lo espiritual. Y así, los distintos campos del conocimiento humano promueven para que el ser pueda acercarse más a la realidad, por lo tanto, más a la Verdad.
En relación a la busqueda de la Verdad, a lo largo de la historia conocida, el hombre ha tomado dos caminos. El primero es aquel camino que parece ancho, liso, despejado y sin obstáculos que es el acomodamiento a lo establecido. No importa el sistema en el cual uno viva, las disonancias cognitivas o las ansiedades emotivas son resueltas a partir del anquilosamiento en lo conocido. Cualquier fuego de transformación que aparece es apagado de inmediato por el bombero interior o exterior. El segundo camino es aquel que aparece como pedregoso, lleno de espinas, angosto, con obstáculos por aquí y por allá, es el de la transformación. Asimismo, no importa el modelo social, económico, religioso o de cualquier índole en el cual uno está, el deseo es evitar la cristalización en todos los ámbitos. El fuego del cambio interno o externo es avivado para conseguir nuevos logros.
En este contexto, los buscadores de la Verdad en todos los ámbitos se asemejan a buzos que ingresan en el oceano por primera vez y pasan a descubrir la realidad "más allá de su traje”. El buzo iniciante no sabe que existe más allá de su campo visual, tal vez se imagina “cosas” en función de la información que recibió sobre el mar, pero en verdad solo puede ver hasta cierta distancia. Si él se queda en el lugar donde llegó y luego es sacado hacia el barco, seguramente contará de la realidad conforme su experiencia, muy limitada por cierto. Si otro buzo, logra caminar de aquí para allá, avanzando distancias considerables, usando linternas de alta potencia, utilizando herramientas para agarrar peces extraños, usando instrumentos para cavar el suelo; entonces, este buzo conocerá más de la realidad que el primer buzo.
Entonces, el hombre utiliza su ser organismico (mente, emoción y cuerpo) como el buzo usa su traje, y por lo tanto conoce la realidad conforme utiliza dicha vestidura. En estas circunstancias, el conocimiento de la realidad lleva al hombre, de manera eliptica, a través de procesos graduales o de saltos, más cerca de la Verdad. El hombre primitivo conocía de la realidad interna y circundante, en el rango de 1 a 10 de una escala de 1 a 1000; el hombre moderno conoce de la realidad en el rango de 10 a 100. Aquellos que lograron ir más allá del promedio, posiblemente llegaron a 200. Y seguramente, esos seres que transcendieron la realidad puramente humana llegaron a los 500. Entonces, respecto al nivel de conocimiento de la realidad, tendriamos al ser humano en el rango de 10 a 500 en posesión de la Verdad. Esto, abarcando los dos extremos, y teniendo un marco referencial puramente simbólico.
La Verdad puede ser vista tambien como un rompecabezas del tamaño del Universo, sin embargo, con algunos pedazos ya podemos vislumbrar bastante de la realidad. Posiblemente, el Gautama el Buda, Jesus el Cristo, Krishna y algún otro, fueron –de los seres humanos–, lo que alcanzaron la cima más elevada en cuanto al conocimiento de la Verdad. Luego tenemos a varios filósofos, cientificos, religiosos y pensadores que han penetrado con paso seguro hacia los misterios de la Verdad, y sus enseñanzas son la luz en un Mar de Tinieblas.
En este contexto, los buscadores de la Verdad en todos los ámbitos se asemejan a buzos que ingresan en el oceano por primera vez y pasan a descubrir la realidad "más allá de su traje”. El buzo iniciante no sabe que existe más allá de su campo visual, tal vez se imagina “cosas” en función de la información que recibió sobre el mar, pero en verdad solo puede ver hasta cierta distancia. Si él se queda en el lugar donde llegó y luego es sacado hacia el barco, seguramente contará de la realidad conforme su experiencia, muy limitada por cierto. Si otro buzo, logra caminar de aquí para allá, avanzando distancias considerables, usando linternas de alta potencia, utilizando herramientas para agarrar peces extraños, usando instrumentos para cavar el suelo; entonces, este buzo conocerá más de la realidad que el primer buzo.
Entonces, el hombre utiliza su ser organismico (mente, emoción y cuerpo) como el buzo usa su traje, y por lo tanto conoce la realidad conforme utiliza dicha vestidura. En estas circunstancias, el conocimiento de la realidad lleva al hombre, de manera eliptica, a través de procesos graduales o de saltos, más cerca de la Verdad. El hombre primitivo conocía de la realidad interna y circundante, en el rango de 1 a 10 de una escala de 1 a 1000; el hombre moderno conoce de la realidad en el rango de 10 a 100. Aquellos que lograron ir más allá del promedio, posiblemente llegaron a 200. Y seguramente, esos seres que transcendieron la realidad puramente humana llegaron a los 500. Entonces, respecto al nivel de conocimiento de la realidad, tendriamos al ser humano en el rango de 10 a 500 en posesión de la Verdad. Esto, abarcando los dos extremos, y teniendo un marco referencial puramente simbólico.
La Verdad puede ser vista tambien como un rompecabezas del tamaño del Universo, sin embargo, con algunos pedazos ya podemos vislumbrar bastante de la realidad. Posiblemente, el Gautama el Buda, Jesus el Cristo, Krishna y algún otro, fueron –de los seres humanos–, lo que alcanzaron la cima más elevada en cuanto al conocimiento de la Verdad. Luego tenemos a varios filósofos, cientificos, religiosos y pensadores que han penetrado con paso seguro hacia los misterios de la Verdad, y sus enseñanzas son la luz en un Mar de Tinieblas.
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¿Y cuáles son los instrumentos y medios para llegar a la Verdad?
LAS SENSACIONES
Las sensaciones están ligadas al uso de los cinco sentidos. La información es captada por los sentidos y llega al cerebro para su procesamiento. Hablando friamente, el cerebro es una super computadora que posibilita al individuo conocer su realidad interna y su realidad externa. Los datos almacenados en el cerebro, una buena parte provienen del medio exterior a través de los sentidos. Otra parte viene de la toma de conciencia del cuerpo, de su estructura y de su funcionamiento. ¿Cuál sería el conocimiento de la realidad si el hombre no tuviese los sentidos?
LAS EMOCIONES
Las emociones son fuerzas psiquicas que provocan y desarrollan en el ser humano sus afectos. Estos sentimientos van más allá de la mera captación de los estimulos, puesto que matizan la experiencia. Las vivencias emocionales pueden ser placenteras o displacenteras en función de los procesos de las polaridades emocionales. En el crecimiento normal, las emociones dan contenido a la vida, y el individuo puede sentir distintas emociones conforme las situaciones.
Sin embargo, por la complejidad de los sistemas sociales, religiosos y económicos reflejandose en la vida del sujeto, él mismo no vive una vida de crecimiento normal. Aparecen formas de sentir estructuradas por configuraciones irreales creadas en el marco de referencias negativas, por ejemplo, el odio, la rabia, sed de venganza, sufrimiento, etc., y que producen lo que se llaman espejismos individuales y grupales que opacan la percepción de la realidad.
LA MENTE
La mente hoy en día es uno de los instrumentos más desarrollados por el hombre para conocer la realidad, de manera simple o de forma compleja. La cultura occidental ha tenido su desarrollo principalmente por el uso de la mente. La ciencia y la tecnología actual tienen un sustento en el trabajo de la mente.
Sin embargo, en los campos social, económico y religioso, la mente parece andar anquilosada, puesto que todavía andamos con paradigmas obsoletos y que no responden a las necesidades del ser humano. Estas áreas son nuestro talón de Aquíles y que todavía provocan que el hombre se convierta en “troglodita” en pleno siglo XXI. Las ideologías configuradas están extructuradas en función de una visión estrecha de la realidad, o propiamente de paradigmas que reflejan la irrealidad, más que la realidad. Entonces, el hombre es presa de ilusiones que hacen que vea, por ejemplo, la forma redondeada de la luna como cuadrada, esto como ejemplo figurativo.
Hoy, en el ámbito de la percepción común, todavía vemos a personas que consideran el racismo, la xenofobia, la discriminación social, la inequidad económica, la pobreza, la injusticia, la corrupción, el comercio sexual, la violencia y otros factores, como parte intrinseca de la realidad humana, siendo que estos apenas son espejismos e ilusiones que aprisionan a los individuos y a los grupos.
En los ámbitos de la realidad científica, social, económica y religiosa, ocurre algo similar puesto que los paradigmas han sido convertidos en dogmas cristalizados, y fuera del contexto de la realidad, por lo tanto muy alejados de la Verdad.
LA INTUICION
LA INTUICION
El hombre no solamente tiene a la mente para conocer la realidad, sino también tiene a la intuición como un instrumento para penetrar en la Verdad. Para Edmund Husserl, padre de la fenomenología, la intuición es la capacidad de captar la realidad tal cual ella es, por lo tanto es la capacidad de ver la Verdad. Esta capacidad estuvo o está funcionando plenamente en aquellos que fueron o son baluartes de la transformación. Desde el sentido común que tiene el pueblo, pasando por la introvisión de los cientificos o personas avanzadas, hasta llegar a la intuición de algunos filósofos, espiritualistas y religiosos, la intuición propiamente dicha toma cuerpo para que el ser humano se acerque más a la Verdad. En este contexto, Krishna, Guatama y el Cristo, utilizando la capacidad de la intuición, han hecho mucho para despojar a la humanidad de mucha basura creada a lo largo de los eones por gente ignorante y troglodita.
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CÓMO ACERCARNOS A LA VERDAD
La realidad más cercana a nosotros es nuestro propio cuerpo. Entonces, las personas debemos conocer la estructura y funcionamiento de nuestro organismo a partir de nuestras sensaciones. Al conocer nuestro cuerpo estamos conociendo la realidad, por lo tanto nos acercamos a la Verdad. Por ejemplo, el deporte ha hecho y hace mucho para que el ser humano pueda conocer y desarrollar sus potencialidades corporales. Asimismo, para grupos más pequeños, las terapias corporales intentan recuperar la salud del cuerpo a través de ciertas técnicas corporales.
En el ámbito emocional, la toma de conciencia de las polaridades emocionales y su funcionamiento posibilita al individuo conocer sus afectos y gestionar su funcionamiento hacia una vida más equilibrada. La persona al conocer más de su realidad interna y de la realidad externa, maneja mejor sus emociones en relación a él mismo o a los otros, por lo tanto también conoce más de la realidad.
En el mundo de la mente, el hombre desarrolla el pensamiento concreto y el pensamiento abstracto, y ambos le permiten configurar la realidad a través del uso del análisis y de la síntesis. El estudio detallado de un fenómeno y el análisis de la información relacionando variables y comparando grupos, el análisis crítico de la realidad y el análisis cualitativo, permiten al sujeto acercarse más la realidad.
En el mundo de las intuiciones, el hombre se desenvuelve en un mundo de códigos, simbolos y principios. La reducción fenomenológica permite al sujeto transcender de la conciencia ordinaria (el mundo de los objetos) hacia la conciencia transcendental (el mundo de los símbolos), entonces, el individuo o el grupo intuyen la realidad y se acercan más hacia la Verdad. Ciertas técnicas de meditación, también posibilitan crear el canal hacia el Supraconciente, que posibilita y gestiona la intuición de forma más efectiva. La fenomenología de Husserl y la psicología transpersonal facilitan para que el ser humano amplie su percepción de la realidad, por lo tanto estimulan las abstraciones metáforicas y la interpretación de símbolos para el desarrollo de la intuición.
TEMOR A LA VERDAD
La realidad más cercana a nosotros es nuestro propio cuerpo. Entonces, las personas debemos conocer la estructura y funcionamiento de nuestro organismo a partir de nuestras sensaciones. Al conocer nuestro cuerpo estamos conociendo la realidad, por lo tanto nos acercamos a la Verdad. Por ejemplo, el deporte ha hecho y hace mucho para que el ser humano pueda conocer y desarrollar sus potencialidades corporales. Asimismo, para grupos más pequeños, las terapias corporales intentan recuperar la salud del cuerpo a través de ciertas técnicas corporales.
En el ámbito emocional, la toma de conciencia de las polaridades emocionales y su funcionamiento posibilita al individuo conocer sus afectos y gestionar su funcionamiento hacia una vida más equilibrada. La persona al conocer más de su realidad interna y de la realidad externa, maneja mejor sus emociones en relación a él mismo o a los otros, por lo tanto también conoce más de la realidad.
En el mundo de la mente, el hombre desarrolla el pensamiento concreto y el pensamiento abstracto, y ambos le permiten configurar la realidad a través del uso del análisis y de la síntesis. El estudio detallado de un fenómeno y el análisis de la información relacionando variables y comparando grupos, el análisis crítico de la realidad y el análisis cualitativo, permiten al sujeto acercarse más la realidad.
En el mundo de las intuiciones, el hombre se desenvuelve en un mundo de códigos, simbolos y principios. La reducción fenomenológica permite al sujeto transcender de la conciencia ordinaria (el mundo de los objetos) hacia la conciencia transcendental (el mundo de los símbolos), entonces, el individuo o el grupo intuyen la realidad y se acercan más hacia la Verdad. Ciertas técnicas de meditación, también posibilitan crear el canal hacia el Supraconciente, que posibilita y gestiona la intuición de forma más efectiva. La fenomenología de Husserl y la psicología transpersonal facilitan para que el ser humano amplie su percepción de la realidad, por lo tanto estimulan las abstraciones metáforicas y la interpretación de símbolos para el desarrollo de la intuición.
TEMOR A LA VERDAD
Si bien el lograr acercarnos a la Verdad posibilita que cada vez seamos más libres, en el entorno cotidiano, paradojicamente, muchos de nosotros estamos amarrados a los espejismos e ilusiones, o sea estamos presos a la irrealidad. Entonces, la gente de buena voluntad o la gente que desea el crecimiento del ser humano tiene que tragarse "sapos" y "serpientes", de aquellos que voluntariamente o de forma insconciente defienden los paradigmas obsoletos, los dogmas, las creencias cristalizadas, las ideas fijas, las teorias anquilosadas, las percepciones retrogradas y el trogloditismo en cualquier campo de actividad del ser humano.
Entonces, cuando emergen novedades (posturas nuevas, paradigmas de reciente creación, teorias originales, puntos de vistas distintos a lo habitual, etc.) muchos de nosotros las rechazamos simplemente porque no van con nuestra forma habitual de ver el mundo. Esto ocurrió con aquellas novedades que trajo aquel que dijo que la Verdad os hará libres. Por sus “novedades” lo crucificaron.
El temor a la Verdad trae como consecuencia el surgimiento de posturas trogloditescas (defensa a raja tabla de dogmas cadúcos instituidos) tanto en los ámbitos denominados de científicos, sociales, religiosos y económicos, y esto nos aleja de la Realidad y profundiza nuestro apego a la Irrealidad.
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Referencias
Vida en el universo: ¿Qué nos dice la Astrofísica?
http://www.elmorrocotudo.cl/admin/render/noticia/21548
Libros azules
Frases de Buda
Leonardo Boff. Del buen uso del relativismo
