LAS AMAN ZONTKS

Las amazonas fueron míticas mujeres que conformaron sociedades matriarcales durante periodos prolongados en distintas partes del mundo. Hoy, "amazonas" son aquellas mujeres que luchan por la igualdad de derechos y por una mejor sociedad.

jueves, 11 de agosto de 2011

¿Y QUIEN ASESORA A EVO?: Gestión de la cosa pública y revolución social



Autor: Ivan Prado Sejas

Por todo lo ocurrido en Bolivia, se puede afirmar que Evo es un líder que ha tenido éxito, hablando técnicamente, desde la teoría del liderazgo. El país necesitó de este líder, puesto que los anteriores, fracasaron como líderes y como agentes de cambio. Goni, líder con cierta capacidad intelectual, en su primer momento, hizo lo que tenía que hacer dentro del modelo neoliberal. En un segundo momento, le fue muy mal porque no supo gestionar adecuadamente el aparato estatal, y sus políticas implementadas se fueron al tacho de la basura, puesto que modelo neoliberal de referencia pasó a ser “neolatrocinio” (modelo operativo que impera hoy en día en la mayor parte de los países capitalistas en reemplazo del neoliberalismo o como una distorsión del mismo). Después, el pueblo dispuso que Mesa fuese Presidente, un intelectual a toda prueba, pero con poquísima pasta de líder (sobre todo al final de su gestión). Mesa, que debía ser un artífice de la revolución, paradójicamente, entró en una fase de intelectualización para no generar un proceso de cambio; fue muy parco en las medidas que lanzó, y también fue invadido por el pavor ante el posible cambio de modelo neoliberal a un modelo popular (Mesa estuvo preso al modelo neoliberal hasta el final de su gestión, y eso que, en la ultima etapa de su gestión la embajada de USA –bajo el gobierno de Busch-, le dio la espalda). Mesa podía haber dado un viraje hacia una izquierda revolucionaria (sin ser necesariamente marxista-leninista, maoísta o troskista) y ser el líder “inteligente” de un proceso de transformación. Pero, se vio que un intelectual que tenía la oportunidad de hacer una revolución social, no tuvo la fuerza emocional suficiente para romper con paradigmas obsoletos y se quedó preso al modelo capitalista.

Así, llega Evo a la presidencia, y rompe con casi todos los paradigmas que el Imperio había logrado introyectar en la mentalidad de la clase política. Contra viento y marea se adopta una nueva constitución, y se aprueban (y se siguen aprobando) muchas leyes emergentes del nuevo estado. Entonces, Evo sin ser intelectual, apenas con un sentido común bastante desarrollado, dirige un proceso revolucionario pacífico y democrático. En su segundo mandato el pueblo le da todo su apoyo y consigue tener en la asamblea legislativa más de dos tercios que le dan mayoría para sacar las leyes que respalden la nueva constitución. Se puede decir que el pueblo tuvo el “olfato” de darle mayoría absoluta, puesto que el MAS, en la primera gestión, había tenido grandes tropiezos con la oposición, tanto “normal”, como con la “trogloditezca” para llevar a cabo sus medidas. Para aclarar, en Bolivia, lamentablemente, la oposición (de cualquier línea política) tiende a constituirse en una oposición negativista y destructiva.

Estando vigente el segundo periodo de gobierno del MAS, ¿todavía se puede decir que Evo es un lider de éxito?  Acá surgen dudas. En estas circunstancias, se dice que el partido de gobierno, fuera de estar posibilitando la promulgación de leyes, tendría que estar haciendo una “buena” gestión, con proyecciones de ser “excelente”; Por los resultados, parecería que la gestión está entre malo, regular y bueno, tomando en cuenta los distintos ministerios, gobernaciones, subgobernaciones y alcaldías.

Gestión de las instituciones públicas:
Las causas para la mala gestión en el gobierno actual, son varias, pero la principal parece ser la falta de preparación de los funcionarios. En muchas de estas unidades o instituciones ha ingresado y sigue ingresando gente mal preparada o gente “ignorante” (en el buen sentido de la palabra). Como no existe una ley (en la práctica) que rija la selección del funcionario público, de las gobernaciones y alcaldías, entonces, las autoridades están eligiendo “a dedo” a todos los funcionarios, y si hay alguna “selección” es simplemente un show, porque ya están elegidos los que tienen que ingresar. Entonces, no se toma en cuenta para nada la formación académica y/o técnica, la experiencia profesional; así, se elige a cualquiera, sin importar si tiene o no tiene preparación. Grave error. Acá se tiene que entender que el aparato del estado como un todo (ministerios, gobernaciones y alcaldías) es como un coche de carrera. Los políticos y líderes sindicales son el chofer y el copiloto; estos no necesitan saber mucho sobre mecánica. Ya los técnicos que hacen el mantenimiento del coche tienen que ser especialistas en mecánica y electricidad, si es que se quiere que el coche gane la carrera. No se puede colocar a gente neófita para que arregle o haga mantenimiento del motor del coche. Si esto se hace, el auto de carrera no va obtener la victoria, y es posible que ni siquiera llegue a la meta. Entonces, la improvisación en el tema de la contratación de personal, en lo que es la dirección del estado y sus instituciones, hará que el gobierno fracase. Y sobre esto quién le dice algo a Evo, nadie; puesto que las autoridades, de distintos niveles, seguramente tiene a amigos, parientes y correligionarios en las unidades que dirigen; entonces, para qué avisarle a Evo.

Fracaso en el proceso de la “revolución”:
Una revolución involucra un cambio en la sociedad, que se da, a veces de manera radical, o en otras circunstancias de forma gradual. Una revolución puede ser violenta o puede ser pacífica (Hoy en día, en varios países de Latinoamérica se está dando la revolución pacífica, incluyendo a Bolivia). Seguramente, la revolución pacífica es la más esperada, porque no hay muertos o heridos. Los pueblos han respondido muy bien a este “ambiente revolucionario” de tinte socialista, puesto que han otorgado el mando de los gobiernos, -de la mayoría de los países de nuestra América-, a gente progresista, de izquierda, y que favorece a los sectores marginados.

Es verdad que todo proceso de cambio social no es fácil, tampoco se da en poco tiempo. Entonces, los grupos progresistas en función de gobierno tienen que fortalecerse haciendo una buena gestión en base a políticas adecuadas, y así la revolución pacífica favorecerá al desarrollo de los pueblos. Los procesos de cambio en cada país tienen sus particularidades, y en Bolivia el proceso “marcha”, pero, existen bastantes dificultades, o sea, hay “peros”...

El proceso de revolución no significa colocar un letrero que diga “ESTAMOS HACIENDO LA REVOLUCIÓN” en las paredes del palacio de gobierno y luego no ejecutar medidas realmente revolucionarias, -en una instancia pacífica-, con las estrategias necesarias. El gobierno del MAS parece que estuviera colocando simplemente el letrero con la consigna señalada; digo, “parece”, para no ser pesimista, y no pisar en la trampa de los opositores.

Una revolución se genera cuando se cambia la mentalidad de la gente; y la gente en Bolivia, el ciudadano de la calle, todavía está sumergida en una sociedad "capitalista". Entonces, ¿qué se está haciendo para cambiar, positivamente, la mentalidad de la gente hacia una sociedad socialista y multicultural? Alguien dirá que la propia constitución es “revolucionaria”, etc., etc. O dirá que todavía se están sacando las leyes, y que después vendrán las medidas operativas, y bla, bla, bla. La pregunta es: ¿Qué se está haciendo operativamente? En primera instancia, ¿qué están haciendo los ideólogos o intelectuales del gobierno para que se genere una filosofía socialista inherente a nuestra realidad? Parecería que los intelectuales de cuna marxista-leninista, están esperando que el socialismo surja de por si. O están amarrados a teorías totalmente caducas, y no saben como proceder frente a la realidad. Linera, Vicepresidente, que es intelectual, muestra que es la cabeza de los intelectuales del gobierno, pero no se puede decir que lo sabe todo. Él plantea un socialismo comunitario, tomando como base las comunidades agrarias indígenas, basado seguramente en el Ayllu. La idea es buena. Pero, ¿y qué se está haciendo al respecto? Por lo que vemos todos los días, el modelo capitalista, como un pulpo, continua apretando el cerebro de los ciudadanos, haciendo que ellos vean la realidad de forma distorsionada, para favorecer los intereses de aquellos que tienen más. Otra pregunta: ¿Los ministros, prefectos, alcaldes y otras autoridades del gobierno están realmente imbuidos del nuevo modelo de sociedad que desea implementar el gobierno? O simplemente se hacen shows para decir que se tiene un modelo. Fuera de los equipos de trabajo, que seguramente se tiene en alguna unidad del gobierno para este tema, el mismo tendría que llamar a concursos para que intelectuales socialistas o con tendencia social puedan aportar de manera directa con sus ideas para realmente armar un modelo verdadero de socialismo. Caso contrario, se está engañando al pueblo, diciendo que se está yendo hacia el socialismo, y el barco anda perdido, con la brújula que no funciona.
Por otro lado, todo gobierno que desee obtener resultados positivos en su gestión necesita de expertos en administración pública, economía, desarrollo, etc. En este gobierno, se considera que los ministros son ejecutivos y lideres, entonces, se supone que tienen que tener equipos de trabajo compuestos por EXPERTOS; estos son como los técnicos de un auto de carrera que mencione antes. Si es así, las probabilidades de hacer una buena gestión aumentan; caso contrario, disminuyen. Ahora, es verdad que Bolivia es un país “sui generis”, bastante difícil de gobernar, entonces, los expertos del gobierno actual tendrán que ser creativos e innovadores para lidiar con las taras psicosociales, e implementar medidas operativas eficaces para que la revolución pacífica llegue a buen termino.

Cambio de mentalidad del ciudadano boliviano:
Para transformar una sociedad es necesario cambiar la mentalidad de la gente. Y eso no es fácil, puesto que la misma está y ha estado metida dentro del sistema dominante en el mundo. En Bolivia existe la salvedad de que una buena parte de los ciudadanos, sobre todo en el área rural están todavía inmersos en sus propias culturas. Entonces, esto hace que el capitalismo esté metido parcialmente en la mente de los indígenas y mestizos que viven en las provincias y en el campo. Y por esto, la ideología indigenista del MAS tiene su mayor su efecto en la gente del campo. En las ciudades, los tentáculos del pulpo (capitalismo salvaje) han logrado hacer más mella en la mentalidad de las personas. Mucho más de las clases media y alta.  

Para cambiar la mentalidad del boliviano, de forma positiva, se requiere:

a) Generar obras útiles, productivas y sociales, que “entren por los ojos”. ¿Con tantas personas mediocres o ineptas, metidas en el gobierno, será que el mismo consigue los “frutos” deseados?

b) Generar una transformación cultural. La cultura no es solo un “grupo folklórico”, “una forma de vestir específica” o un determinado “color de piel”; cultura son ideas, hábitos y costumbres; también, vivencia de valores y significaciones; asimismo, formas peculiares de percibir la realidad. ¿Las unidades de cultura están realmente promoviendo una revolución cultural, o simplemente está repitiendo lo que se hizo en gobiernos anteriores?

c) Promover una transformación espiritual. Si bien el gobierno de Evo ha estado estimulando la recuperación de las religiones andino-amazónicas que tienen una visión más amplia de la vida y del cosmos, el tropiezo ha sido que mucha gente que dice profesar dichas religiones no tiene las competencias básicas para desarrollar “una nueva religión”, o sea, una nueva espiritualidad. En estas condiciones, las políticas no solo deben estar dirigidas a recuperar las religiones ancestrales, sino también se debe promover aquellos grupos religiosos o espiritualistas que tienen una visión social de la vida. Y sobre esto, el Imperio no se hace problema en usar a todas las “iglesias” posibles para borrar el sentido crítico de las personas, y mucho más, hacer desaparecer la verdadera espiritualidad. Hay grupos progresistas en las distintas religiones vigentes, y se debe llegar a ellos. ¿En este tema el gobierno qué está haciendo?

d) Mejorar la calidad de vida de los ciudadanos: Se dice que Bolivia es el país donde se paga los salarios más bajos de Latinoamérica. O sea, que en el tema salarial, los bolivianos nos tratamos muy mal. Es cierto, que comparativamente, el costo de vida acá es relativamente más bajo que en otros países, pero eso no justifica el maltrato que nos damos (Por cierto, con los gobiernos de derecha, la cosa era mucho peor, sobre todo para la gran mayoría de la población). Ahora, el esfuerzo, no solo tiene que ser del gobierno, sino también de la clase trabajadora. El gobierno tiene que colocar todo su esfuerzo para promover el desarrollo y el pueblo tiene que responder con mucho trabajo. No se puede crear una sociedad socialista con “lagartos”. Por otro lado, el socialismo no será aceptado, y no habrá cambio de mentalidad en la gente, si (usando el lenguaje de los opositores) se socializa la pobreza. En este contexto, Suecia es un estado socialista, no perfecto, y la gente tiene un nivel de calidad de vida medio y alto. Cuba es también un estado socialista, y mucha gente no sabe como salir de su pobreza.
Asimismo, se debe mejorar la calidad de vida de los que dirigen el país (En todas las instituciones públicas y privadas). En el caso del gobierno, se debe aumentar los salarios a los directivos y ejecutivos de las unidades del estado. Evo puso un tope para sí mismo. Y por esto, se dice que él es el Presidente que gana menos en toda Latinoamérica; y a partir de ahí todos ganamos menos. Como estrategia política, seguramente la medida de que el Presidente gane 15.000 Bs (2.145 U$) fue acertada en aquel periodo, pero hoy, después de 6 años de gestión, ¿vale la pena mantener ese tope? Dice un dicho: Allá donde un ratón gana menos que una cucaracha, el ratón se convierte en una “rata”.

Lider “in situ” o a la distancia:
Evo viaja de aquí para allá, y de allá para acullá. Entonces, como “capitán” ya no ve la realidad, de lo que pasa en el “barco”, y solo recibe información. La psicología nos muestra que la información que proviene de una fuente “verbal” es susceptible de distorsión. Por esto, Evo anda hablando una “cosa”, y sus dependientes tienen que decir que se le está “mal interpretando”. En esta época, que es más de gestión, Evo tiene que estar en el “barco”, y no solo tiene que informarse, sino también tiene que ir hacia la realidad. Estando el Capitán en el barco, los seguidores se sienten más seguros, y además “guiados”, y la población sabe que el “barco” va hacia un buen puerto. Y acá se puede decir: Panadero que no ve a sus dependientes que no se queje de que sus panes estén quemados.

Por otra parte, Evo no tiene que hacer “oídos sordos” a lo que dice la oposición, si bien los opositores exageran, muchas veces; en otras oportunidades, simplemente dan señales de que “algo anda mal” (y a veces es correcta su apreciación). Por otro lado, si sus dependientes, le dicen en todo momento: “mi jefecito, todo anda bien”, tiene más que sospechar de que las cosas no marchan bien.


Se puede afirmar que Bolivia está dentro de un proceso de transformación, sin embargo, esto proceso se está dando, y no está terminado. El gobierno dice estár gestionando para que se dé en el país un proceso revolucionario, o sea un cambio hacia un estado socialista. Y la idea para el pueblo es que el cambio se efectue de “buena manera”, o sea, de forma democrática, participativa, estratégica, innovadora y productiva. Se observan aciertos y fallas, y seguramente el pueblo espera que los aciertos sean más. Caso contrario el proceso se puede desinflar. Lo que se ha visto en Bolivia, en décadas anteriores, es que un proceso, que puede ser revolucionario, fácilmente es “pinchado” (más por la ineficiencia de los funcionarios del propio gobierno que por los serviles al Imperio), entonces, rápidamente el gobierno se desgasta y pierde las riendas del proceso (Ejemplo: gobierno de la UDP).

Entonces, Evo para llevar adelante el proceso de transformación del país hacia un socialismo (llamado por Linera socialismo comunitario) debe rodearse no solo de políticos o dirigentes honestos, sino también de expertos que conozcan el manejo de la administración pública y de profesionales técnicos competentes que le permitan operativizar con éxito los planes, programas y proyectos para el desarrollo de Bolivia.


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