La hipótesis de la "conciencia global" era una conjetura que, hasta hace poco, se discutía solamente en los ambitos de la filosofía, el espiritualismo y/o el esoterismo. Hoy, emergen proyectos que intentan mostrar la posibilidad de la conciencia global en el ámbito de la física, más propiamente en el ámbito de la fisica cuántica.
Danah Zohar, científica, desarrolla su idea de la conciencia cuántica, como siendo el conjunto de todos los sistemas cuánticos, donde están las personas. Esta conciencia cuántica no es solamente parte constitutiva del individuo, sino que es parte de la totalidad del sistema de individuos, por lo tanto de la humanidad.
Arntz, Chasse, Vicente, a través de entrevistas a varios científicos producen un material que se traduce en un libro ¡¿Y tú que sabes?!, y en una pelicula de largo aliento sobre la física cuántica y su relación con la conciencia. La conciencia forma una red global, y la misma le da infinitas posibilidades a la misma conciencia. Una de esas posibilidades es la formación de una conciencia holística.
Arntz, Chasse, Vicente, a través de entrevistas a varios científicos producen un material que se traduce en un libro ¡¿Y tú que sabes?!, y en una pelicula de largo aliento sobre la física cuántica y su relación con la conciencia. La conciencia forma una red global, y la misma le da infinitas posibilidades a la misma conciencia. Una de esas posibilidades es la formación de una conciencia holística.
En un artículo titulado Proyecto Conciencia Global (GCP). Humanidad conectada, Marta Iglesias desarrolla lo siguiente:
"Desde agosto de 1998 la Universidad de Princeton (EEUU) lleva a cabo un proyecto que pretende demostrar la relación entre el mundo físico y la conciencia colectiva humana. El experimento científico se lleva a cabo mediante una red mundial informática.
En 1979 Robert Jahn, decano de la Escuela de Ingeniería y Ciencia Aplicada de esta universidad puso en marcha un sistema que pretendía estudiar científicamente si la mente humana afectaba a instrumentos mecánicos y físicos. Para ello creó una máquina que generaba de manera aleatoria un 1 o un 0, y le pedía a una persona que modificase con su mente el resultado. Como consecuencia, se conseguía un número alarmantemente alto de unos, dato que no se podía explicar con el azar.
Con la llegada de los años noventa, científicos de esta Universidad elaboraron la teoría de que todos los seres humanos estamos unidos por lo que llamaron un “campo de conciencia” y encaminaron los experimentos de Princeton en esta dirección. Se bautizaron esta vez como “Proyecto Conciencia Global”, conocido bajo las siglas inglesas de GCP, que pasó a estar dirigido por Roger Nelson, Doctor en Psicología Cognitiva Experimental y profesor en la citada universidad. Para ello, en 1996 pusieron en funcionamiento cuarenta ordenadores repartidos en todo el mundo -uno se encuentra en Sevilla-, interconectados por Internet y unidos a una base de datos global que se revisa a diario. El ordenador central de nuevo mandaba ceros y unos aleatorios. Según la teoría de la probabilidad, se obtendría un porcentaje similar de ceros y unos. Sin embargo, las máquinas dieron en momentos específicos largas series de unos o ceros todas a la vez. Esto fue lo que sucedió el 11-S, cuatro horas antes de que el primer avión se estrellase contra las Torres Gemelas de Nueva York, y volvió a repetirse antes de los atentados del 11 M en Madrid y el 11 J en Londres. Estas cifras inexplicables según la teoría de probabilidad, se registraron también 24 horas antes del tsunami de 2004, y en acontecimientos emotivos para la humanidad como los entierros de la princesa Diana, la madre Teresa de Calcula y Juan Pablo II. Lo mismo sucede cada Nochebuena y Fin de Año."