Iván Prado Sejas**
Si bien en el periodismo se pueden plantear distintas clasificaciones, en el periodismo nacional surgen situaciones muy singulares. Acá planteo una clasificación de acuerdo a la realidad boliviana. Un tipo de periodismo que toma relevancia en Bolivia es el periodismo panicante donde se promueve el pánico social, y sus efectos los vemos en el surgimiento de distopías sociales. Por ejemplo, se ve el pánico en personas, que de noche a la mañana, aparecen haciendo filas interminables para comprar ciertos productos. Así vemos filas para la gasolina, para el diesel, para el arroz y otros productos. En ese contexto, de expresar la realidad o la irrealidad en función de ciertos intereses, acá en Bolivia veo 5 tipos de periodistas:
1. Los periodistas "oficialistas" que maximizan los logros del gobierno y minimizan sus errores o fallas. Igualmente, inventan logros de acciones no ejecutadas (Son pagados por el gobierno).
2. Los periodistas de la "oposición" que atacan con todo al gobierno vigente. Distorsionan a propósito la realidad y echan lodo al gobierno de turno (Son pagados por los dueños de los medios o los partidos de la oposición).
3. Los periodistas "amarillistas" que buscan el sensacionalismo en las noticias y se deleitan perversamente (Son pagados por los dueños de los medios).
4. Periodistas "panicantes" que promueven la zozobra, y al buscar distorsionar la realidad incentivan el surgimiento de pánico configurando el surgimiento de comportamientos anómalos y distópicos (Son pagados por aquellos a quienes les interesa que cunda el pánico, ya sea para mantener a un dictador o para sabotear a un gobierno, cualquiera sea este gobierno).
5. Periodistas "objetivos" que buscan que la noticia refleje la realidad venga de donde venga.
En estas circunstancias, el periodismo no sólo refleja la realidad, sino también la distorsiona. Entonces, el periodista incide en como se ve la realidad, ya sea de forma verdadera o de manera deformada. Hoy, el mundo ha ingresado en una etapa de crisis, de la misma manera el país. Así, en Bolivia, los gobernantes actuales parece que hubieran perdido el norte en la administración gubernamental y los opositores parece que desean hacer leña del árbol caido. Y los periodistas, en esta crisis desempeñan distintos roles en función de si son "oficialistas", "opositores", "amarillistas", "panicantes" u "objetivos". Los de mayor riesgo para cualquier gobierno o grupo social son los periodistas panicantes que podrían provocar una mayor zozobra fatal, con un efecto domino. Esperemos que la cordura se imponga, y los periodistas "objetivos" sean los que predominen con sus opiniones equilibradas cuidando del bienestar del ciudadano y del propio país.
*Imagen de Dedalo Comunicación