Muere Eduardo Galeano, un hombre que simplemente quiso una mejor humanidad; una sociedad basada en la equidad. Algunos tomaron a Galeano como un simple idealista, otros lo vieron como el enemigo en contra del sistema y muchos lo sintieron como aquel que estaba involucrado en la transformación de la humanidad hacia esferas mucho más altas. Él estaba con todos aquellos que hoy vienen trabajando en la transformación del hombre, hacia el desarrollo de una sociedad humanista, ya sea dentro de una perspectiva socialista o comunista. Si bien, en el transcurso de las décadas, se han desgastado las tendencias de izquierda de cuño materialista dialéctico, paralelamente han surgido con fuerza las nociones de socialismo comunitario, socialismo democrático, socialismo espiritual, socialismo del siglo XXI y otros que han posibilitado el surgimiento de los movimientos sociales y de los grupos progresistas que han tomado el poder en muchos de los países de Latinoamérica.
Galeano ha sido el precursor ideológico de los cambios que se vienen dando en distintos países. Su alma, a través de su escritura, ha dejado huella profunda en la sociedad, y la semilla sembrada ya brota como planta. Los grupos humanos de distintos países han optado por gobiernos progresistas.
Galeano, se va a "descansar", y seguramente verá plasmada su visión en las décadas y centurias que van a pasar en el tiempo holístico del planeta Tierra.
La crisis presente que atraviesa nuestra sociedad actual, es simplemente el efecto de los "dolores del parto" del nacimiento de una nueva humanidad, que estará impregnada de los ideales y valores que muchos espiritualistas e idealistas imaginaron e imaginan para el nuevo Hombre. Galeano se va tranquilo, puesto que sabe que su misión terminó y él efectuó las tareas que su esencia le encomendó. Una nueva humanidad emerge, y los grupos humanos en decadencia dan sus últimos aleteos.